Una partera sigue el cuidado de la paciente embarazada antes, durante y después del nacimiento de su bebé. Además, se puede llamar a la partera cuando la mujer quiera dar a luz en el hogar en lugar de en un hospital. Sin embargo, la partera puede acompañar a su paciente al hospital si no se recomienda o desea un parto en el hogar. Puede permanecer con el paciente de parto durante todo el proceso de parto y parto, brindando apoyo emocional tanto al paciente como a su pareja.
Las matronas y las doulas son parteras. Además, una partera puede ser una enfermera registrada con una maestría en enfermería maternoinfantil. Sin embargo, no se requiere una educación formal para ser partera o doula. Las enfermeras parteras certificadas suelen tener años de experiencia en enfermería obstétrica y laboral y de parto. Pueden ser empleados en hospitales y centros de maternidad, o tener prácticas independientes propias. Las enfermeras parteras certificadas a menudo pueden recetar medicamentos y, en algunos casos, administrar anestesia si también se clasifican como enfermeras anestesistas certificadas.
Dar a luz puede ser el día más feliz de la vida de una mujer, pero también puede ser el más estresante. La presencia de una partera puede hacer una diferencia significativa en la forma en que la paciente maneja su nivel de dolor y estrés. A veces, cuando los niveles de ansiedad son altos, la percepción del dolor se magnifica. Por el contrario, cuando los niveles de estrés son bajos y cuando la paciente tiene un excelente sistema de apoyo, incluida la partera, puede enfrentar mejor los dolores de parto.
Para las mujeres que eligen dar a luz a sus bebés sin anestesia o alivio del dolor, una partera puede ofrecer el apoyo emocional necesario para enfrentar ese desafío. El asistente puede ayudar a la paciente de parto a concentrarse en otras cosas además del dolor, ayudarla a facilitar los patrones de respiración adecuados e incluso proporcionar un pequeño alivio cómico. A veces, durante el proceso de trabajo de parto, la paciente puede sentirse fuera de control y asustada, y aunque puede tener a su pareja cerca, tener a otra persona con experiencia cerca puede ser tranquilizador.
Si una madre elige un parto en el hogar, debe notificar al médico tratante o al hospital más cercano sobre el parto inminente. Lo más probable es que el parto en casa sea sencillo y sin complicaciones. Todavía es prudente avisar al personal del hospital en caso de que el paciente necesite ser transportado allí en caso de que surjan complicaciones para la madre o el bebé.