Los ligamentos del cuello, también conocidos comúnmente como ligamentos cervicales, son una serie de estructuras colágenas que fusionan los huesos. Dependiendo de la fuente, los ligamentos pueden clasificarse en siete a diez unidades, todas con diferentes funciones en la estructura y el movimiento del cuello.
Un ligamento está compuesto de tejido fibrinoso y se compara comúnmente con una estructura similar conocida como tendón. Los tendones unen principalmente los músculos al hueso, mientras que los ligamentos unen los huesos entre sí. Ambas estructuras esqueléticas importantes caen dentro de una categoría de tejido anatómico conocida como tejidos conectivos.
La región del cuello, o región cervical cuando se refiere a su ubicación espinal, es un área crucial del cuerpo, ya que contiene vías nerviosas que conectan el cerebro con los nervios periféricos y es vital en la movilidad de la cabeza, lo que ayuda a la percepción del cuerpo de su entorno. Los ligamentos ayudan a apoyar estas funciones, es decir, al mantenerlos funcionando como una unidad cohesiva y al proporcionar asistencia en el movimiento. La mayoría de los ligamentos del cuello proporcionan una de estas funciones; sin embargo, ciertos ligamentos pueden ayudar en ambos. Hay principalmente siete ligamentos del cuello que cumplen funciones importantes. Estos ligamentos son el alar, el atlantoaxial anterior y el atlantoaxial posterior, así como el ligamento nuca, el longitudinal anterior, el longitudinal posterior y el ligamento flavum.
Hay dos vértebras, el atlas y el eje, que son componentes clave del movimiento del cuello y también son las dos primeras vértebras de la columna vertebral. Este es un detalle importante para reconocer al orientarse con la ubicación de los ligamentos del cuello. El ligamento alar está cerca del eje y se utiliza principalmente para la flexión lateral y la rotación de la cabeza. Los ligamentos atlantoaxiales anterior y posterior son necesarios para la extensión y la flexión, respectivamente. Estos dos ligamentos están en contacto con el atlas y el eje.
El ligamento nucal se extiende por la región cervical y funciona en una función de flexión del cuello. Otro par de ligamentos anterior y posterior, el longitudinal, son los ligamentos del cuello que permiten la extensión y la flexión. Como es el caso con los ligamentos atlantoaxiales, el ligamento anterior soporta la extensión, mientras que el ligamento posterior funciona en una función de flexión.
El ligamento flavum, el último de los siete ligamentos del cuello más típicamente incluidos, se utiliza en la flexión del cuello además de ayudar en la fusión ósea. Es importante tener en cuenta que hay una serie de ligamentos en la región sacra de la columna que comparten nombres con los de la región cervical. Por lo tanto, se debe tener precaución al concluir definitivamente a qué ligamento se hace referencia.