La relación entre la médula ósea y los glóbulos rojos, también llamados eritrocitos en la terminología médica, radica en el hecho de que los glóbulos rojos se producen en la médula ósea, que es el tejido graso blando que se encuentra dentro de las cavidades óseas. Esta relación es tan estrecha que cuando las células sanguíneas son anormales, a veces un médico ordenará una muestra de médula ósea para ayudar a descubrir la causa exacta de la anormalidad. Los glóbulos rojos normalmente tienen una vida útil de aproximadamente 120 días. Cuando se acercan a la «vejez» o han excedido su vida útil, las células carroñeras en el bazo, el hígado y la médula ósea los destruyen.
La anemia es una condición de salud que se desarrolla cuando la producción de glóbulos rojos disminuye hasta el punto de causar una deficiencia en las células. Por lo tanto, puede ocurrir si hay algún problema en su sitio de producción: la médula ósea. El tema de la médula ósea y los glóbulos rojos surge con respecto a las diversas enfermedades que conducen a la anemia. Se pueden observar varias anormalidades en los glóbulos rojos cuando hay un problema dentro de la médula ósea. Por ejemplo, las células pueden estar en una variedad de formas anormales, como la de una lágrima, una aguja, una media luna o cualquier otra forma.
La médula ósea y los glóbulos rojos tienen una conexión tan estrecha que algunas enfermedades, como la anemia de células falciformes, a veces se curan si se realiza un trasplante de médula ósea. Es comprensible que tal trasplante implique un gran peligro, porque si algo sale mal, y a menudo sucede, las cosas saldrán mal con la producción adecuada de glóbulos rojos sanos que puedan vivir toda su vida. Las enfermedades relacionadas con la médula ósea y los glóbulos rojos pueden investigarse mediante dos métodos diferentes para tomar muestras de tejido graso blando de los pacientes. Un aspirado de médula ósea y una biopsia central de médula ósea pueden proporcionar los resultados de las pruebas que necesitan los médicos. Hay ocasiones en que se ordenan ambos tipos de muestras, en cuyo caso ambas se toman al mismo tiempo.
Los estudios sobre la relación entre la médula ósea y los glóbulos rojos han ayudado a los proveedores de atención médica a comprender los efectos del envejecimiento en la médula ósea, particularmente cuando una persona no ha seguido un estilo de vida y una dieta saludables en su juventud. Estos estudios también han llevado a la comprensión de qué tipo de afecciones pueden desencadenar una mayor producción de glóbulos rojos. El contenido de grasa en la médula ósea tiende a aumentar con la edad, causando una disminución de la producción de células. Esto generalmente no es motivo de preocupación a menos que el cuerpo experimente una mayor demanda de producción de glóbulos rojos. Cuando el contenido de oxígeno en el tejido corporal o la cantidad de glóbulos rojos disminuye, los riñones producen y liberan una hormona llamada eritropoyetina, lo que provoca la estimulación de la médula ósea para producir y liberar los glóbulos rojos necesarios.