¿Qué son los macrófagos de médula ósea?

Los macrófagos de la médula ósea son un tipo de glóbulo blanco o leucocito que ataca y digiere bacterias invasoras, células tumorales, protozoos, que son organismos unicelulares y otros gérmenes hostiles que pueden invadir e infectar a un organismo huésped vivo. Forman parte del sistema inmunitario y tienen la capacidad de estimular la actividad de otros tipos de células inmunes. Como su nombre indica, los macrófagos de la médula ósea se crean en la médula, o el tejido interno, de los huesos de animales y humanos. El término macrófagos de la médula ósea puede referirse a células producidas naturalmente o células creadas en un entorno in vitro, lo que significa que se producen en un entorno de laboratorio en lugar de producirse naturalmente en el cuerpo de un animal vivo. El término macrófagos derivados de la médula ósea se refiere específicamente a las células de macrófagos que se crean in vitro.

Los macrófagos se pueden crear en un laboratorio mediante el cultivo artificial de médula ósea de mamíferos. Esto se logra al exponer células indiferenciadas, o células inmaduras sin una estructura definida, al factor estimulante de colonias de macrófagos (M-CSF), que es un tipo de factor de crecimiento, o más simplemente, una hormona que controla el crecimiento y la maduración de células de macrófagos. Estos nuevos cultivos de médula ósea se cultivan en placas de Petri, que también se conocen como platos de cultivo.

La hematopoyesis, que también se puede deletrear hematopoyesis, es el proceso mediante el cual el cuerpo crea naturalmente todos los diferentes tipos de células sanguíneas o componentes sanguíneos, incluidos los macrófagos de la médula ósea. Las células madre hematopoyéticas son responsables del proceso de hematopoyesis. Todos los organismos multicelulares tienen células madre. Pueden dividirse, reproducirse y convertirse en una variedad de tipos de células especializadas, lo que significa que pueden convertirse en diferentes tipos de células que realizan diferentes funciones biológicas. También tienen la capacidad de reparar células dañadas.

Todas las células sanguíneas se dividen en tres categorías, denominadas linajes. Los macrófagos de la médula ósea pertenecen al linaje de mielocitos. El proceso llamado mielopoyesis se refiere tanto a la producción de células que pertenecen al linaje de mielocitos como al proceso que crea el tejido de la médula ósea.

Cuando los marcofagos se crean por primera vez en la médula ósea, se denominan monocitos. Después de migrar a otras partes del cuerpo a través del torrente sanguíneo, maduran en macrófagos. Estas nuevas células de macrófagos permanecen permanentemente en los tejidos corporales donde protegen contra los gérmenes invasores y las células tumorales al engullirlas y disolverlas, y al alertar a otras células inmunes de la presencia de células u organismos invasores.