¿Cómo elijo el mejor limpiador enzimático?

Un limpiador enzimático está hecho de ciertos ingredientes que generalmente se derivan de frutas que contienen moléculas enzimáticas naturales. Los ingredientes comunes incluyen pomelo, calabaza y papaya. La versión de lavado de cara que elija depende en gran medida de su tipo de piel, así como de su sensibilidad a ciertas características contenidas en estos limpiadores. Algunos de los lavados enzimáticos más básicos incluyen extractos de frutas, mientras que otros tipos contienen ácidos alfa-hidroxi para ayudar a prevenir los brotes. Los productos de enzimas van desde geles y cremas hasta exfoliantes.

Las enzimas se usan en limpiadores faciales para ayudar a acelerar los resultados de los productos en particular. Los ingredientes en sí mismos son en realidad proteínas que funcionan con otras características en los productos de belleza para ayudar a que funcionen de manera más rápida y efectiva. Lavarse la cara con agua tibia tiende a afectar la velocidad a la que funciona el producto. Las enzimas también pueden ser menos efectivas cuando están expuestas a altas temperaturas; por lo tanto, es esencial que almacene su limpiador a temperatura ambiente para preservarlo.

Su tipo de piel juega un papel importante en la determinación de la mejor versión de limpiador enzimático para comprar. En general, los limpiadores cremosos funcionan mejor para pieles secas y mixtas, mientras que la piel grasa se beneficia de los geles limpiadores enzimáticos. Los alfahidroxiácidos en ciertas versiones tienen el potencial de secar la piel que ya carece de aceite, y este ingrediente en particular puede causar erupciones en la piel más sensible. Los exfoliantes enzimáticos se promocionan para su uso en todo tipo de piel, pero debe tener precaución si tiene erupciones cutáneas o imperfecciones preexistentes porque los granos pueden irritarlos. Muchas etiquetas de productos indicarán para qué tipo de piel está destinado el limpiador.

La forma en que te lavas la cara determinará la eficacia general del producto, y no solo el limpiador enzimático en sí. Los enjuagues faciales deben masajearse suavemente en la cara en círculos para que los ingredientes surtan efecto. Frotar demasiado fuerte puede quitarle a la cara sus aceites naturales, un fenómeno que puede hacer que la piel grasa se rompa aún más. Después de enjuagar el limpiador con agua, use una toalla fresca para secar la cara, evitando cualquier lavado áspero. Dado que las enzimas se consideran ingredientes potentes, es importante tener en cuenta que no es necesario desperdiciar el producto usando demasiado limpiador a la vez para que el lavado funcione de manera efectiva.