¿Cómo funciona el cerebro con TDAH?

Los cerebros de niños y adultos con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) parecen funcionar de manera algo diferente a los de otras personas, y estas diferencias en el cerebro con TDAH suelen producir los síntomas del trastorno. La investigación continúa en este tema, por lo que con frecuencia se están haciendo nuevos descubrimientos sobre cómo funciona el cerebro y cómo el cerebro produce el TDAH. En general, sin embargo, se ha observado que las personas con TDAH suelen tener cantidades inusuales de ciertas sustancias químicas y neurotransmisores en el cerebro. El cerebro con TDAH también parece funcionar de manera diferente en algunas áreas clave, todas las cuales trabajan juntas para producir los diversos aspectos del TDAH.

Las personas con TDAH suelen tener dificultad para concentrarse, demuestran un control deficiente de los impulsos y pueden distraerse fácilmente de una tarea con otras ideas o tareas. Durante años, la investigación se ha centrado en el papel de la dopamina y la química cerebral relacionada como contribuyente a los procesos del cerebro con TDAH. Ritalin, uno de los medicamentos principales que se utilizan a menudo para tratar el TDAH, normalmente altera la forma en que se produce y utiliza la dopamina en el cerebro. Sin embargo, investigaciones más recientes han demostrado que varias áreas diferentes del cerebro parecen trabajar juntas para producir los síntomas comunes del TDAH.

Cuatro áreas principales de actividad cerebral potencial del TDAH son el lóbulo frontal, la corteza cerebral, el sistema límbico y el sistema de activación reticular dentro del cerebro. El lóbulo frontal, por ejemplo, es donde se ha realizado gran parte de la investigación sobre neurotransmisores y sustancias químicas neurológicas. Aquí es donde el cerebro produce y utiliza sustancias químicas como la dopamina y el glutamato. En el cerebro con TDAH, parece que estas sustancias químicas se producen en exceso o en cantidades insuficientes para funcionar correctamente. Estos cambios en la química del cerebro podrían producir efectos como la incapacidad para concentrarse o inhibir adecuadamente las acciones.

La corteza cerebral también participa en gran medida en la inhibición de las actividades cerebrales. En el cerebro con TDAH, la corteza cerebral no parece inhibir adecuadamente otras áreas del cerebro, lo que hace que las personas con TDAH a menudo tengan arrebatos inapropiados o hablen sin considerar primero lo que se va a decir. Esto puede provocar un comportamiento perturbador en el aula o en una reunión de negocios y otras consecuencias negativas.

Estos arrebatos también pueden verse afectados por el sistema límbico del cerebro, que controla las emociones. El cerebro con TDAH no parece estar controlado adecuadamente por el sistema límbico, por lo que las personas con TDAH pueden tener cambios bruscos de humor o no pueden controlar los arrebatos emocionales. A medida que estas diferentes partes del cerebro trabajan juntas, los diversos síntomas del TDAH se manifiestan no debido a un solo sistema, sino a través de un esfuerzo combinado de múltiples partes del cerebro.

El sistema de activación reticular en el cerebro con TDAH también parece ser diferente de un cerebro “normal”. Esta parte del cerebro parece controlar parte del enfoque y la concentración del lóbulo frontal, así como la actividad motora de una persona. Las funciones inusuales en esta área pueden ser responsables de parte de la incapacidad de una persona con TDAH para concentrarse en una tarea determinada, y de la tendencia de las personas con TDAH a ser hiperactivas o tener dificultades para quedarse quietas.