Cuando cualquier tipo de aceite ha pasado por un proceso de fabricación específico, la sustancia resultante se llama grasa hidrogenada. Aunque la mayoría de los aceites en forma pura son saludables para el corazón, una vez que el aceite se ha convertido en aceite hidrogenado, ya no es bueno para el cuerpo. De hecho, se cree que este tipo de grasa es extremadamente dañino para el corazón y el cuerpo en general. Muchos alimentos envasados contienen grasas hidrogenadas.
La grasa hidrogenada se produce cuando se agrega hidrógeno al aceite, lo que convierte el aceite líquido en un bloque sólido de grasa. Los fabricantes fomentan este proceso, ya que los alimentos que contienen aceite vegetal fabricado tienen una vida útil más larga que los alimentos que no contienen grasa hidrogenada.
Aunque el proceso de hidrogenar ciertos aceites puede parecer una invención reciente, este proceso fue inventado durante la década de 1890. El químico Paul Sabatier ideó el proceso para convertir ciertas sustancias en sustancias hidrogenadas. Uno de los primeros alimentos en contener grasa hidrogenada fue la margarina. Siguiendo el ejemplo de Sabatier, el químico Wilhelm Normann experimentó con varios aceites hasta que encontró una manera de convertir el aceite puro en aceite hidrogenado. A partir de ese día, los alimentos que contienen grasas hidrogenadas se pueden encontrar en abundancia.
Durante la década de 1980, se realizó una considerable investigación médica sobre el efecto de los aceites hidrogenados en los humanos. Estos estudios mostraron que los aceites hidrogenados probablemente contribuyeron a enfermedades cardíacas, cáncer, derrames cerebrales y muchas otras dolencias graves. Después de estos informes, algunos fabricantes de alimentos se vieron obligados a reducir la cantidad de grasas trans presentes en ciertos alimentos envasados, aunque esta reducción forzada no eliminó del todo las grasas trans del mercado.
Hay miles de productos alimenticios envasados que contienen grasas hidrogenadas. Además de estos productos envasados, se pueden encontrar grasas trans naturales en ciertos productos lácteos. Las grasas trans naturales no se pueden evitar, aunque la cantidad de grasas trans en estos productos es mínima en comparación con la cantidad de grasas hidrogenadas dentro de los productos alimenticios envasados.
Para saber si un producto contiene o no grasa hidrogenada, es importante que los consumidores lean las etiquetas de los alimentos envasados. Se debe evitar cualquier producto alimenticio que contenga aceite parcialmente hidrogenado o aceite hidrogenado. También es importante tener en cuenta que no todos los productos alimenticios envasados deben advertir a los consumidores sobre las grasas trans. Cada país tiene pautas diferentes que determinan si los fabricantes de alimentos deben divulgar o no cualquier cantidad de grasas trans contenidas en un producto.