Si bien las prácticas chamánicas varían mucho entre culturas, una de las tradiciones más singulares se encuentra en San Juan Chamula, México. Los tzotzil, un pueblo indígena local, con frecuencia beben Coca-Cola u otras bebidas carbonatadas en la creencia de que los eructos causados por la carbonatación ayudan a expulsar los malos espíritus y las enfermedades. Algunos chamanes de la zona incluyen beber Coca-Cola en sus rituales de curación. No está claro dónde se originó esta creencia, pero una teoría se centra en el alivio que la soda puede dar para el malestar estomacal. Eructar es un efecto secundario muy visible e inmediato, por lo que cuando la persona enferma eructó y se sintió mejor, los que lo atendieron pudieron haber atribuido el fin de la enfermedad al eructo en sí. O, como diría Shrek, el ogro animado, «Mejor fuera que dentro».
Datos interesantes sobre los eructos:
La Federación Mundial de Eructos, con sede en Ginebra, Suiza, organiza competiciones mundiales de eructos. Las categorías incluyen «eructo más fuerte» y «eructo de mayor duración».
Según Guinness World Records, el poseedor del récord de eructo más largo es Michele Forgione de Italia, cuya duración récord de un minuto, 13 segundos, ha estado en pie desde 2009.
Aparentemente, 2009 fue un buen año para eructar. Paul Hunn del Reino Unido eructó a 109.9 decibeles, estableciendo otro récord mundial.