La Doctrina Reagan fue la política exterior en los Estados Unidos, promulgada por Ronald Reagan durante su presidencia, para ayudar a eliminar los gobiernos comunistas en África, Asia y América Latina que fueron apoyados por la Unión Soviética. La implementación de este plan proporcionó apoyo tanto abierto como privado a la guerrilla y los movimientos de resistencia en los países comunistas apoyados por los soviéticos. Esta doctrina fue la política exterior de Estados Unidos desde aproximadamente 1980 hasta 1991.
Durante los primeros años de la Guerra Fría, la política oficial de Estados Unidos hacia el comunismo fue la contención. Con la creación de la Doctrina Reagan, el enfoque pasó de evitar que el comunismo se extendiera a eliminar a los gobiernos comunistas existentes. Además del retroceso de estos gobiernos comunistas, Estados Unidos también quería fomentar el capitalismo y la democracia en esos lugares.
La filosofía detrás de la Doctrina Reagan se originó antes de la presidencia de Reagan. En 1979, la Unión Soviética invadió Afganistán. El presidente Jimmy Carter ayudó a Afganistán en forma de armas y entrenamiento militar para derrotar a las fuerzas soviéticas. Muchos partidarios vieron la Doctrina Reagan como una expansión de esta filosofía.
La Heritage Foundation, un think tank conservador, es responsable de que la Doctrina Reagan se convierta en una política exterior concreta. Esta organización eligió nueve países comunistas apoyados por los soviéticos en los que Estados Unidos debería centrar su atención: Afganistán, Angola, Etiopía, Irán, Laos, Libia, Nicaragua y Vietnam. Luego alentó a la administración del presidente a concentrarse en brindar ayuda militar y financiera a estos países, respaldando la doctrina en libros escritos para brindar asesoramiento a su administración en política exterior.
Sus partidarios reconocen que la Doctrina Reagan ayudó a poner fin a la Guerra Fría al impedir que la Unión Soviética extendiera su control comunista sobre regiones específicas del mundo. Las justificaciones filosóficas de la política fueron eliminar gobiernos tiránicos y promover las libertades individuales, la libertad y la democracia. La política tuvo éxito porque Estados Unidos financió estos movimientos de resistencia con una cantidad relativamente pequeña de dinero, mientras que la Unión Soviética tuvo que usar más recursos y sufrió más pérdidas de sus militares.
Aunque algunos dan crédito a la Doctrina Reagan por poner fin a la Guerra Fría, hay críticos que argumentan que esta política exterior no fue un éxito total. Se descubrió que los contras respaldados por Estados Unidos en Nicaragua participaban en actividades ilegales, como el tráfico de drogas y la violación de los derechos humanos básicos de las personas dentro del país. Apoyar a los contras en Nicaragua también generó críticas porque el país era un objetivo de la Unión Soviética. Otros argumentan que la Doctrina Reagan fue demasiado trascendente porque los recursos gastados en apoyar el derrocamiento de estos gobiernos superaron los beneficios obtenidos.
También se está utilizando un nuevo término, retroceso, para referirse al impacto negativo de hacer retroceder a los gobiernos comunistas. El retroceso ha ocurrido en países como Afganistán, donde las armas suministradas por Estados Unidos para luchar contra la Unión Soviética se están volviendo contra Estados Unidos. Por ejemplo, el entrenamiento militar y las armas provistas allí han caído en manos de terroristas.