El embarazo después de un aborto espontáneo generalmente no es diferente a los embarazos que ocurren antes de un aborto espontáneo desafortunado. De hecho, un alto porcentaje de mujeres que experimentan un solo aborto espontáneo logran embarazos exitosos sin complicaciones después de concebir por segunda vez. Incluso las mujeres que han tenido dos abortos espontáneos seguidos pueden lograr un embarazo exitoso en el próximo intento.
Es importante descartar cualquier problema médico o comportamiento de riesgo como la causa del aborto espontáneo, pero si el evento no estuvo relacionado con una causa clara, entonces las posibilidades de que vuelva a ocurrir son escasas. Como tal, casi nunca hay consideraciones especiales para el embarazo después de un aborto espontáneo.
Los pasos más importantes para manejar el embarazo después de un aborto espontáneo generalmente ocurren antes de la concepción. Un médico puede identificar qué factores, si los hay, estuvieron en juego que podrían haber causado el aborto espontáneo. Si es posible, debe resolver estos problemas antes de intentar concebir nuevamente.
Si alguien está haciendo planes para concebir después de un aborto espontáneo, se deben tomar ciertas precauciones. El embarazo después de un aborto espontáneo no suele ser peligroso, pero es importante esperar varios meses después del evento para permitir que el cuerpo se recupere y la mente se recupere. Intentar concebir poco después de perder al feto puede ser peligroso para la madre y el próximo hijo.
El comportamiento de riesgo de cualquier tipo debe cesar cuando se confirme el embarazo. Si bien los comportamientos como el uso excesivo de alcohol o cafeína pueden haber tenido poco o nada que ver con el aborto espontáneo, por lo general es más terapéutico estar seguro la segunda vez. Sin duda, hay que dejar de fumar. Se debe realizar una revisión de posibles comportamientos y sustancias peligrosas como una forma de manejar el embarazo después de un aborto espontáneo.
Si bien, estadísticamente, es probable que este embarazo sea normal, factores como la edad y la diabetes pueden disminuir las posibilidades de tener un embarazo normal. Enfermedades como la clamidia y la rubéola también pueden causar abortos espontáneos. Cuando un factor que amenaza el embarazo no se puede remediar, debe ser controlado por un médico. Es posible que se tomen precauciones adicionales si no se puede evitar el peligro.
Manejar el embarazo después de un aborto espontáneo es en gran parte una lucha emocional. Los padres pueden estar extremadamente ansiosos y temerosos de experimentar otro. Hay muchos grupos de apoyo, libros y terapeutas disponibles para ayudar a sobrellevar los miedos que surgen durante el embarazo. Conocer los hechos de la propia situación y estar bien preparado para lidiar con un aborto espontáneo en caso de que ocurra también puede brindar cierto alivio.