Una fístula es un pasaje anormal que se forma entre dos órganos internos o entre la piel y un órgano interno. En la mayoría de los casos, las fístulas se forman como resultado de anomalías del desarrollo, lesiones o enfermedades. A veces, sin embargo, un médico puede crear deliberadamente una fístula, como en una colostomía, en la que se crea un pasaje entre parte del colon y la pared abdominal para proporcionar una salida para las heces cuando el colon de un paciente ha sido dañado o destruido como un resultado de una afección como el cáncer.
Las fístulas pueden formarse en cualquier parte del cuerpo. Uno de los ejemplos más infames de fístula es una fístula obstétrica, una complicación del parto que puede ocurrir en el mundo en desarrollo. En estos casos, se forma una abertura entre la vagina y el recto o entre la vagina y la vejiga. En el mundo en desarrollo, las fístulas obstétricas son un problema grave porque muchas mujeres carecen de acceso a la atención médica para corregirlas; organizaciones como la Fistula Foundation están trabajando en el mundo en desarrollo para brindar a las mujeres tratamiento médico para esta afección debilitante.
Otro tipo de fístula es la fístula rectal, a menudo causada por un absceso que estalla. En este caso, el recto drena a través de la piel alrededor del ano, en lugar de a través del ano en sí. Otros ejemplos de fístulas incluyen conexiones entre la tráquea y el esófago y las fístulas en el tracto digestivo. Las personas con afecciones inflamatorias crónicas tienden a tener un mayor riesgo de fístulas porque tienen más probabilidades de desarrollar abscesos que pueden crear fístulas.
El tratamiento de una fístula comienza con encontrar la ubicación y determinar el camino que sigue. En algunos casos, los médicos descubren que la apertura está incompleta o es parcial, lo que significa que solo está abierta en un extremo. Una vez que se ha identificado la fístula, se puede realizar un procedimiento quirúrgico para cerrarla, con antibióticos para resolver la infección. A veces, es necesario mantener abierta una fístula durante el tratamiento con antibióticos para eliminar la infección y, a veces, se colocan tubos para que pueda drenar el pus. Una vez que el área vuelve a estar sana, un médico puede realizar una cirugía para cerrar la abertura.
Cuando una abertura de este tipo se crea deliberadamente, se hace con un objetivo terapéutico en mente, como crear una ruta temporal para el drenaje o un punto de inserción para una sonda de alimentación. El médico proporcionará al paciente instrucciones de cuidado muy específicas para que pueda manejar la abertura de forma segura e higiénica.