El plasma rico en plaquetas (PRP) es una pequeña porción de la sangre que se compone de una alta concentración de plaquetas, que tienen la capacidad de ayudar al cuerpo a curarse liberando factores de crecimiento. El tratamiento con PRP implica inyectar la propia concentración de plaquetas del paciente directamente en una lesión. Esta terapia imita el paso final del proceso de coagulación sin generar realmente la respuesta de coagulación en sí, y permite que el sitio de la lesión sane rápidamente debido a las propiedades adhesivas de las plaquetas. El PRP también se usa en terapias alternativas para ayudar a tratar muchas afecciones ortopédicas comunes. Parece ayudar a regenerar las fibras de ligamentos y tendones, lo que podría minimizar el tiempo de recuperación e incluso eliminar la necesidad de cirugía.
El plasma rico en plaquetas generalmente se obtiene extrayendo por vía intravenosa una pequeña cantidad de sangre de un paciente. Luego, la sangre se procesa a través de una centrífuga que divide los glóbulos rojos de las plaquetas mediante rotaciones de alta velocidad. Aproximadamente una a dos cucharaditas de plasma rico en plaquetas, que contiene concentraciones de plaquetas que son de tres a diez veces mayores que las de la sangre normal, se inyectan directamente en el área que necesita tratamiento. Esta técnica permite que las áreas que pueden no recibir un flujo sanguíneo óptimo, como los tendones y los ligamentos, se curen más rápidamente.
Un beneficio de la terapia con plasma rico en plaquetas es que generalmente se tolera muy bien, con pocos efectos secundarios o reacciones adversas. Esto se debe a que el PRP es una terapia autóloga, lo que significa que se obtiene del propio cuerpo del paciente y, por tanto, conlleva menos riesgo de rechazo o reacción alérgica. El procedimiento también toma solo unos 20 minutos y tiene un tiempo de recuperación mínimo, lo que lo convierte en un tratamiento preferido sobre las técnicas más invasivas. Además, el costo de la terapia con plasma rico en plaquetas suele ser considerablemente menor que la cirugía.
Las terapias con plasma rico en plaquetas han sido utilizadas por cirujanos plásticos y maxilofaciales durante más de 20 años en procedimientos de injerto óseo que involucran el cuello, la boca y la mandíbula. Se ha utilizado más recientemente para la reparación quirúrgica de tendones y para afecciones relacionadas con el deporte que implican lesiones musculares agudas y problemas crónicos de tendones. Esta terapia ha sido particularmente eficaz en el tratamiento de afecciones como la epicondilitis lateral, también conocida como codo de tenista; Tendinitis de Aquiles; tendinitis rotuliana, también conocida como rodilla de saltador; y tendonopatía del manguito rotador, una causa común de dolor en el hombro.
Una preocupación asociada con el uso de la terapia con plasma rico en plaquetas es la consistencia de los resultados. Algunos médicos informan que el tratamiento es ineficaz hasta en un 20 a un 40% de los pacientes. Otra preocupación es que a menudo se requieren múltiples inyecciones para lograr un beneficio mínimo y, a menudo, las compañías de seguros no cubren el costo.