El moho y los hongos son parte de la vida doméstica. En cualquier lugar donde existan rincones húmedos y húmedos, como entre techos y techos con goteras, en garajes en desuso o incluso en casas mal aisladas, el moho se puede propagar alarmantemente rápido. La intoxicación por moho es el resultado de una exposición crónica o prolongada al moho y puede tener efectos graves o incluso mortales. El envenenamiento por moho es a menudo extremadamente difícil de diagnosticar, ya que muchas veces la persona enferma ni siquiera se da cuenta del crecimiento de moho en su entorno.
El medio ambiente está constantemente lleno de esporas de moho. La mayoría son inofensivas y algunas incluso beneficiosas para los seres humanos: la levadura, el queso y la penicilina son todos productos o tipos de moho. Sin embargo, ciertas especies son tóxicas para los humanos y generalmente se las conoce como moho tóxico o moho negro. Si una persona inhala esporas de moho de una forma dañina de moho o hongos, puede desarrollar intoxicación por moho. En general, cuanto más prolongada es la exposición, mayor es la posibilidad de toxicidad grave, pero las personas con trastornos respiratorios existentes generalmente se considera que tienen un mayor riesgo en general.
Los síntomas del envenenamiento por moho son numerosos y difíciles de precisar. Aunque los problemas respiratorios, como la tos crónica, los síntomas de alergia constante y las hemorragias nasales son comunes, existen muchos otros síntomas asociados con el moho tóxico. Los síntomas neurológicos, incluidos los dolores de cabeza, la pérdida de memoria, el desarrollo de trastornos de la personalidad y el vértigo, pueden estar relacionados con la intoxicación por moho. Las erupciones también son un síntoma común que indica la exposición de la piel al moho.
A menudo es difícil diagnosticar la intoxicación por moho, ya que los médicos pueden presentar una serie de síntomas no relacionados sin una causa discernible. A las personas que presentan síntomas simplemente se les puede decir que tienen un resfriado o una gripe, o incluso se les puede acusar de hipocondría. El envenenamiento por moho a veces se puede diagnosticar mediante análisis de sangre que miden la cantidad de ciertos compuestos químicos en la sangre, aunque este no siempre es un método exacto o disponible. A menudo, el diagnóstico puede tardar meses y no se puede encontrar definitivamente hasta que se presente la evidencia del moho real.
Además de tratar los síntomas, es importante eliminar la posibilidad de envenenamiento por moho reduciendo la propagación del moho y eliminando el crecimiento de moho. Si varias personas presentan síntomas similares, puede ser importante contratar a una empresa de eliminación de moho profesional para que realice una inspección y pruebe las muestras. Si se descubre moho, puede ser mejor permitir que los profesionales manejen el proceso de eliminación, ya que las posibilidades de exposición peligrosa son altas sin el equipo de protección y respiratorio adecuado.