¿Qué es una infección subclínica?

Una infección subclínica es aquella que está presente en un huésped que no muestra signos externos de síntomas y no puede diagnosticarse sin realizar pruebas de un agente infeccioso específico. También denominada «una infección inaparente», puede presentar riesgos para el huésped y la población circundante hasta que se resuelva. Las personas pueden ser portadoras de infecciones durante días, semanas o incluso más tiempo sin darse cuenta, a menos que se realicen la prueba cuando un proveedor médico sospeche un problema o si la prueba es parte de un examen de rutina. Identificar y tratar tales infecciones es fundamental para la salud pública y personal.

Desde el punto de vista de un organismo infeccioso, una infección subclínica tiene varias ventajas. El organismo puede vivir dentro del anfitrión, reproducirse y fortalecerse, y a medida que el anfitrión se mueve en la sociedad, la infección se transmite. Alguien que porta el virus de la influenza sin saberlo, por ejemplo, expulsa virus con cada respiración o tos. Las personas pueden contraer la infección, lo que le permite viajar a través de la población.

Para la salud pública, por supuesto, este es un problema importante. Las infecciones pueden viajar incluso antes de que los médicos se den cuenta de un brote. La presencia de una infección subclínica también puede dificultar el seguimiento de los orígenes de un brote o una epidemia. En poblaciones vulnerables como pacientes con sistemas inmunológicos comprometidos, existen preocupaciones específicas sobre los riesgos de interactuar con personas que pueden ser portadoras de infecciones sin saberlo. Los portadores asintomáticos pueden estar en cualquier lugar y sin saberlo pueden transmitir infecciones peligrosas.

Esto también puede causar un problema para el anfitrión. Una infección subclínica puede causar complicaciones al debilitar el sistema inmunológico, lo que hace que el huésped sea más susceptible a la inflamación y la infección por otros organismos. La investigación sobre las complicaciones del embarazo, por ejemplo, muestra que el trabajo de parto prematuro a veces puede estar relacionado con una infección subclínica que no se identificó ni se trató. En consecuencia, las mujeres embarazadas pueden someterse a un examen médico exhaustivo al comienzo del embarazo para identificar preocupaciones específicas.

Algunas infecciones son notorias por su naturaleza subclínica. Las personas pueden ser portadoras de herpes sin darse cuenta, por ejemplo. Los exámenes físicos de rutina pueden brindar la oportunidad de recolectar muestras para que un proveedor médico pueda identificar infecciones comunes en el paciente. Las infecciones también se pueden identificar en un estudio para determinar por qué un paciente experimenta síntomas como inflamación y fatiga. Cuando se detecta la infección en las pruebas, se puede tratar para eliminarla o suprimirla, según el organismo involucrado.