Las ampollas de varicela son parte de la erupción que aparece en la piel de una persona que ha sido infectada con la enfermedad. La cantidad de ampollas varía de persona a persona. Además, la gravedad y el número tanto de las ampollas como de la enfermedad pueden depender del sexo y la edad. Los adultos a menudo experimentan una forma más grave de varicela que los niños. Además, los hombres adultos a menudo experimentan síntomas más graves que las mujeres adultas. Es importante visitar a un médico cuando experimente varicela para obtener asesoramiento y cualquier medicamento que pueda estar indicado para ayudar a reducir la gravedad de la enfermedad.
Las ampollas (también conocidas como vesículas) en sí mismas son, de hecho, la «viruela» asociada con la varicela. Por lo general, una ampolla individual demora unos días en estallar, desarrollar una costra y comenzar a sanar. A menudo son de color rojo y se levantan de la piel. Se llenan de un líquido que, al igual que otros tipos de ampollas en la piel, es transparente o un poco turbio. Este líquido sale de la ampolla cuando estalla. En este punto, cuando el líquido haya salido de las vesículas, la viruela desarrollará una costra y la piel comenzará a aclararse.
Se pueden desarrollar nuevas vesículas en la piel durante aproximadamente cinco a siete días mientras la persona infectada se recupera. En la mayoría de los casos, las ampollas sanarán sin dejar cicatrices en la piel. Sin embargo, si las ampollas se rayan o si se alteran después de que han comenzado a formar una costra, es posible que se produzcan cicatrices. Esto es muy parecido a que un corte o abrasión leve en la piel a menudo sanará sin dejar cicatrices, pero no si la herida se vuelve a abrir varias veces o si la costra se quita varias veces.
Una de las características de la varicela es la picazón en la piel y alrededor de las ampollas. Se aconseja a las personas que experimentan este malestar que no se rasquen las costras porque, además de provocar cicatrices, también pueden provocar infecciones adicionales en la piel. Los médicos a menudo recomiendan productos tópicos que pueden usarse tanto para curar las ampollas de la varicela como para ayudar con la sensación de picazón. Un médico también puede recetar un antihistamínico oral para ayudar a reducir la incomodidad de la picazón. Es importante no tomar ningún medicamento oral de este tipo sin consultar primero con su médico o pediatra.