Una de las palabras más aterradoras del idioma inglés es cáncer. Un gran número de personas muere de cáncer cada año. Cada vez más científicos están encontrando formas cada vez mejores de tratar y eliminar el cáncer. Sin embargo, no se ha encontrado una cura general y el riesgo de cáncer sigue siendo alto y muy prevalente en un gran número de personas.
Una de las principales causas de muerte entre las mujeres es el cáncer de mama. Los métodos habituales para tratar y eliminar este tipo de cáncer incluyen la radiación y la quimioterapia. Los métodos radicales para tratar este cáncer incluyen la tumorectomía, la extirpación de un tumor y la mastectomía, la extirpación total de la mama.
Los profesionales de la salud instan a sus pacientes a practicar la vigilancia para evitar por completo o disminuir los efectos del cáncer. La inspección del cuerpo a través de rayos X y otras herramientas de diagnóstico es la principal forma de que los médicos y enfermeras descubran tumores antes de que sea demasiado tarde. Esta inspección de los senos de una mujer, en busca de casos de cáncer de mama, se denomina mamografía. Los profesionales de la salud administrarán una mamografía a una mujer que se queja de dolor o anomalía en los senos, o incluso a mujeres que no presentan ninguno de estos síntomas. La clave es la prevención y la mamografía es un arma importante en la lucha contra el cáncer.
Usando una radiografía de dosis baja, la máquina de mamografía toma una instantánea del interior de los senos de una mujer. La máquina en sí es una caja rectangular que se utiliza únicamente para producir la mamografía. Sin embargo, la máquina es solo una parte del dispositivo; la otra parte es una unidad que sujeta y comprime los senos para que se puedan tomar imágenes en diferentes ángulos. Los médicos y enfermeras examinan estas instantáneas en busca de signos de anomalías, como bultos, que podrían ser tumores. Los resultados de una mamografía suelen estar disponibles con bastante rapidez, lo que alivia la ansiedad de quienes se someten al procedimiento.
Las organizaciones nacionales de salud de varios países instan a las mujeres a realizarse una mamografía todos los años a partir de los 40 años. Esta mamografía es capaz de detectar los signos del cáncer de mama dos años completos antes de que un profesional de la salud pueda encontrarlos mediante una inspección práctica. Si un tumor se revela lo suficientemente temprano en su vida, se puede tratar y erradicar mucho más fácilmente que si se deja crecer sin impedimentos.
La mamografía es una herramienta muy útil para los profesionales de la salud en la lucha contra el cáncer de mama. Sin embargo, la mamografía no es del todo infalible. En casos raros, una mamografía no encontrará evidencia de cáncer de mama, incluso cuando existe; en casos aún más raros, la mamografía indicará evidencia de cáncer de mama cuando no hay ninguno. Sin embargo, en la gran mayoría de los casos, se puede confiar en los resultados de una mamografía para proyectar una imagen precisa del estado de salud de los senos de una mujer.