La miocardiopatía posparto, o miocardiopatía perinatal, es una forma de miocardiopatía dilatada que ocurre cuando el músculo cardíaco se debilita en el período perinatal. La miocardiopatía causa ritmos cardíacos anormales y tiene el potencial de causar insuficiencia cardíaca. Las estimaciones de la prevalencia de este trastorno varían de un caso por cada 1,300 embarazos a un caso por cada 15,000 nacimientos. En algunos casos, el corazón se fortalece y vuelve a la normalidad, pero otras mujeres diagnosticadas con miocardiopatía posparto sufrirán miocardiopatía indefinidamente.
La miocardiopatía posparto generalmente se diagnostica al final del tercer trimestre del embarazo o dentro de los seis meses posteriores al parto. Este debilitamiento o agrandamiento del corazón da como resultado ritmos cardíacos anormales y, a veces, un paro cardíaco. Esta condición también puede causar coágulos de sangre, que se vuelven peligrosos o potencialmente mortales cuando se mueven hacia órganos vitales.
Algunos de los síntomas de este trastorno, como hinchazón del pie, aumento de peso y fatiga, pueden ser difíciles de diferenciar de los cambios corporales típicos que ocurren durante el embarazo. Otros síntomas, como mareos, dolor de pecho, palpitaciones y desmayos en el momento del parto, pueden ser pistas valiosas de que una mujer está experimentando una miocardiopatía posparto. Las mujeres que experimentan un inicio rápido de los síntomas no deben dudar en consultar a su obstetra.
Esta afección es relativamente poco común, pero los médicos y los pacientes deben conocer varios factores de riesgo de la miocardiopatía posparto. Esta enfermedad puede ocurrir en mujeres de cualquier edad, pero afecta con mayor frecuencia a madres primerizas y embarazadas que tienen más de 30 años. Este trastorno se experimenta con mayor frecuencia entre las mujeres negras que entre las de cualquier otra raza. Otros factores de riesgo para el trastorno incluyen obesidad, tabaquismo, consumo excesivo de alcohol, múltiples embarazos anteriores y desnutrición.
La causa de esta condición varía. La miocardiopatía posparto puede ser el resultado de una infección viral en el tejido cardíaco o afecciones cardíacas previamente existentes. La diabetes, la enfermedad de la tiroides y las infecciones a menudo se encuentran en mujeres que tienen miocardiopatía posparto, pero no se ha descubierto que causen la afección.
Los médicos suelen tratar los síntomas del trastorno y trabajan para garantizar la supervivencia de la madre y el bebé. A las mujeres se les pueden recetar diuréticos, betabloqueantes, nitratos o medicamentos para fortalecer el corazón. Se evitan algunos medicamentos que se usan típicamente para tratar afecciones cardíacas porque están contraindicados durante el embarazo y la lactancia. En algunos casos, las sales y los líquidos pueden restringirse para reducir la acumulación de líquido.
Las mujeres que tienen miocardiopatía posparto deben tener un cuidado especial de su cuerpo durante el período perinatal. La nutrición y el ejercicio equilibrados son claves para que el corazón vuelva a su estado normal. Fumar y beber pueden empeorar la miocardiopatía posparto y las pacientes deben abstenerse de estas actividades. Las mujeres a las que se les ha diagnosticado miocardiopatía posparto tienen un mayor riesgo de volver a desarrollar la afección en embarazos futuros. Una mujer cuyo corazón no vuelve a la normalidad poco después del parto puede sufrir insuficiencia cardíaca en un futuro embarazo.