El primer estetoscopio fue creado por Rene Theophile-Hyacinthe Laennec en 1816. Médico del hospital Necker-Enfants Malades en París, Francia, Laennec se inspiró al ver a los niños jugar con palos huecos. Observó cómo se amplificaba el sonido al rascar un extremo del palo mientras escuchaba en el otro extremo. Los médicos en ese momento colocaban un pañuelo sobre el pecho del paciente para evitar el contacto directo al escuchar su corazón y pulmones. Laennec dio un paso más al enrollar varias hojas de papel en un cono como dispositivo de escucha, y nació el estetoscopio.
Los médicos han estado escuchando el corazón y los pulmones de los pacientes colocando sus oídos en el pecho desde la época de Hipócrates (460 a. C. – 370 a. C.). El primer estetoscopio de Laennec le dio al campo médico una nueva y poderosa herramienta. Pronto pasó a diseñar el primer prototipo de los sofisticados estetoscopios electrónicos actuales. Era un tubo de madera cilíndrico compuesto por tres secciones y era monoaural o monocanal.
Laennec al principio llamó a su invento «» Le Cylindre «, ya que pensó que el invento era demasiado básico para merecer una designación de nombre real. Finalmente, decidió que un «estetoscopio» sería suficiente. La palabra «estetoscopio» se deriva de los términos griegos para «pecho» y «examen». La destreza de Laennec como carpintero fue fundamental para la creación del primer estetoscopio. De hecho, diseñó y molió su creación en un pequeño espacio de trabajo en su casa.
A lo largo de los años, varios médicos perfeccionaron aún más el primer estetoscopio de Laennec. George Cammann diseñó el primer estetoscopio binaural en 1852. Esta versión era de doble canal, o con dos orejeras, y estaba hecha con tubos en forma de espiral con capas de seda y bañados en goma elástica. David Littman, profesor de la escuela de medicina de Harvard, mejoró el diseño en la década de 1960 incorporando dos canales internos en el dispositivo, además de mejorar la acústica. En la década de 1990, los estetoscopios electrónicos pudieron separar cualquier sonido ambiental y aumentar la retroalimentación del corazón y los pulmones.
Aunque Rene Laennec inventó y creó el estetoscopio, que se empleó para diagnosticar y estudiar enfermedades como la tuberculosis, él mismo sucumbió a esta misma enfermedad en 1826. Su invención revolucionó el diagnóstico médico. El estetoscopio moderno puede escuchar el eco más débil del corazón, los intestinos, así como el más leve flujo de sangre dentro de las venas. La creación de Laennec, que ahora se lleva alrededor del cuello de prácticamente todos los médicos del mundo, se ha convertido en el símbolo estándar de la profesión médica.