Los productos de salud y belleza suelen presentar la piel sensible como un tipo de piel similar a la piel grasa. Esto puede ser engañoso porque la sensibilidad de la piel generalmente es una condición. Puede provocar molestias o un aspecto anormal de la piel. Por lo general, las personas no nacen con la afección y la mayoría no la padece en toda su vida.
La sensibilidad cutánea puede manifestarse de muchas formas. El eccema, a veces llamado dermatitis, es una condición. Por lo general, involucra parches hinchados, enrojecidos y con picazón que pueden aparecer en varias partes del cuerpo. La rosácea es otra afección que implica un enrojecimiento notable de la piel. Las áreas afectadas por esta afección a menudo son sensibles al calor y al frío.
La lista de dolencias que acompañan a la sensibilidad cutánea puede ser bastante larga. La piel puede decolorarse, desde tonos anormales de rojo hasta marrón. La piel puede volverse propensa a erupciones, comenzar a supurar o volverse escamosa. También es común que las personas con sensibilidad cutánea se vean afectadas por factores climáticos que las hacen susceptibles a las quemaduras solares y al viento.
Algunas personas solo tienen piel sensible en un área, como la cara o los codos. Estas condiciones pueden afectar varias partes del cuerpo y algunas personas padecen simultáneamente dolencias en múltiples lugares. Como la piel varía en diferentes puntos del cuerpo, también es posible que las dolencias simultáneas difieran de un lugar a otro. Por ejemplo, los codos pueden presentar picazón y escamas, mientras que al mismo tiempo la cara puede estallar en grupos de granos.
Muchas personas no sufren de sensibilidad cutánea durante toda su vida. Es común que tales condiciones parezcan surgir de la nada a cualquier edad. Además, es posible que una persona sufra de piel sensible durante un período y luego desaparezca de forma permanente o por períodos prolongados.
Todavía hay muchos factores desconocidos con respecto a la sensibilidad de la piel. Aunque el eccema es un diagnóstico común, suele dejar muchas preguntas sin respuesta. El término es amplio y puede abarcar muchas cosas sin dar una idea de una causa o cura.
Cuando las personas buscan tratamiento para dolencias relacionadas con la piel sensible, pueden ser tratadas con medicamentos que pueden o no ser efectivos. Algunos medicamentos solo tratan temporalmente las dolencias. Sin embargo, además de la medicación, las personas normalmente reciben regímenes que implican cambios de comportamiento que pueden reducir sus dolencias.
A muchos pacientes se les informa de las cosas que se han observado que irritan la sensibilidad de la piel. Estos incluyen productos químicos que se encuentran en fragancias y maquillaje, productos químicos utilizados para limpieza en seco y detergentes para ropa, y varios textiles como lana y pieles. A las personas que sufren de sensibilidad cutánea a menudo se les aconseja que eliminen la mayor cantidad posible de sustancias químicas de su vida diaria.
Esto puede incluir cambiar los productos de limpieza del hogar y comer alimentos orgánicos. Se puede recomendar a las personas que reduzcan el uso de cosméticos y que elijan cuidadosamente las marcas que usan. Los hábitos de baño también pueden ser objeto de tratamiento. Se aconseja a muchas personas que utilicen determinados jabones, que se tomen baños o duchas calientes y rápidos y que eviten restregar las zonas sensibles.