En medicina, la enucleación se refiere a un procedimiento quirúrgico en el que un cirujano extrae todo el globo ocular de la órbita o la órbita del ojo. Uno de los tres procedimientos posibles para la extirpación del ojo, la enucleación es el procedimiento de elección para los tumores intraoculares. Otras razones comunes para la enucleación incluyen trauma ocular irrecuperable, inflamación severa y dolor incontrolado en la vista gorda. Los oftalmólogos realizan enucleaciones como último recurso en situaciones en las que la afección que se está tratando no puede tratarse adecuadamente de ninguna otra manera. La mayoría de los pacientes que se someten a enucleación obtienen una prótesis de ojo artificial para reemplazar el ojo extraído para una mejora estética.
Los dos tumores oculares más comunes que requieren enucleación son los retinoblastomas y los melanomas oculares. Los retinoblastomas son tumores malignos de la retina. Los melanomas oculares pueden afectar la parte coloreada del ojo, el iris o la capa vascular del ojo, la coroides. Los melanomas se derivan de células pigmentarias anormales o melanocitos. Cuando los tumores son muy grandes y no hay perspectivas de una visión útil, se realiza una enucleación para prevenir la diseminación local y distante de los tumores.
Otra condición poco común que requiere la extirpación de un ojo es la oftalmía simpática. Esta es una inflamación de ambos ojos como resultado de un traumatismo masivo en un ojo. El cuerpo comienza a montar un ataque inmunológico contra los tejidos oculares de ambos ojos. La única forma de tratar la afección y preservar el ojo sano es extirpar el ojo lesionado.
La anestesia general, en la que el paciente está completamente inconsciente, es la anestesia preferida para una enucleación. El cirujano diseca los tejidos orbitarios, incluidos los músculos oculares, lejos del ojo. El nervio óptico se corta aproximadamente a un centímetro (0.45 pulgadas) de la parte posterior del ojo. Una vez que se extrae el ojo, un implante orbitario, que consiste en hidroxiapatita o caucho de silicona, llena el espacio en la órbita con los tejidos orbitarios blandos del paciente que lo cubren. Para permitir algún movimiento del ojo artificial, el cirujano une los músculos del ojo al implante.
Una vez que el paciente se ha recuperado de una enucleación, puede obtener una prótesis ocular. Un ocularista es un técnico que se especializa en el diseño y personalización de ojos artificiales. Moldea la superficie posterior de la prótesis con precisión para adaptarse a la órbita del paciente. Las prótesis se pueden pintar para que coincidan exactamente con el otro ojo del paciente. Los ojos artificiales pueden durar varias décadas.
Los modelos más antiguos de implantes orbitarios, típicamente de plástico, no se mueven en concierto con el otro ojo. Los avances en los implantes utilizan material poroso, que permite el crecimiento de vasos sanguíneos y tejido fibroso en el implante. Los músculos oculares adjuntos mueven los implantes y los ojos artificiales superpuestos a medida. Esto produce una apariencia más natural para el paciente.