En la mayoría de los casos, el dolor de garganta y el cáncer no tienen nada que ver entre sí. En algunas situaciones, sin embargo, un dolor de garganta crónico o una tos persistente pueden ser un síntoma de cáncer de garganta. El dolor, un cambio en la voz y la dificultad para tragar también pueden acompañar al dolor de garganta y podrían ser indicios de una afección grave, incluido el cáncer.
Es más común que el dolor de garganta y el cáncer no estén conectados en lugar de que estén relacionados. Un dolor de garganta que no parece estar asociado con ninguna enfermedad específica puede ser significativo, al igual que un dolor de garganta sin fiebre. La fatiga y el dolor de garganta a menudo no tienen relación directa con el cáncer, ya que la fatiga es un efecto secundario común de muchas enfermedades.
Un dolor de garganta sin fiebre puede ser canceroso o no, ya que las abrasiones en la garganta pueden causar dolor. Cuando se acompaña de una erupción, el dolor de garganta puede ser un indicio de alergia. Un dolor de garganta por la noche puede ser un indicio de aire seco más que de cáncer.
Cuando se asocia con el cáncer, el dolor de garganta se produce debido a la hinchazón e inflamación de los tejidos que recubren la garganta. El cáncer puede ocurrir en estos tejidos por varias razones, incluido el tabaquismo o la ingestión de toxinas. Si se detecta cáncer durante el tratamiento de rutina para el dolor de garganta, puede ser un descubrimiento que salve vidas.
Al considerar la relación entre el dolor de garganta y el cáncer, considere si hay algún síntoma de cáncer adicional. Las personas con una enfermedad grave pueden tener dificultad para respirar. Otros síntomas del cáncer de garganta incluyen dolor en los dientes superiores, dolor en los oídos y dolores de cabeza. También pueden producirse hemorragias nasales, dificultad para hablar e hinchazón de los ojos. Las infecciones crónicas de los senos nasales que persisten incluso con antibióticos pueden ser un síntoma.
Algunas personas pueden experimentar un dolor y una incomodidad más importantes que distinguen el dolor de garganta y los síntomas del cáncer. Una parálisis de los músculos faciales o un dolor en la cara que es persistente podría ser una indicación importante. Además, el dolor de cuello que no mejora con el tiempo, acompañado de dolor de garganta, podría ser un signo de cáncer.
Las personas que experimentan un dolor de garganta continuo y tienen antecedentes de cáncer deben consultar a un médico tan pronto como aparezcan los síntomas. En otros, los síntomas que empeoran progresivamente o los síntomas que persisten durante más de dos o tres semanas deben notificarse al médico. Estos pueden o no ser indicios de una ocurrencia cancerosa en la garganta. Un médico debe poder determinar la causa y prescribir un tratamiento adecuado.