Un filtro de vena cava es un dispositivo médico que se utiliza para reducir el riesgo de sufrir una embolia pulmonar (EP), un evento en el que un gran coágulo ingresa a los pulmones. La embolia pulmonar puede causar problemas médicos graves, incluida la muerte, y se pueden utilizar varios enfoques para hacer que los pacientes sean menos susceptibles a una EP, incluida la implantación de un filtro en la vena cava. Si un médico recomienda que se implante un dispositivo de este tipo, se puede realizar como un procedimiento ambulatorio en un hospital o clínica.
La vena cava es una vena grande que lleva sangre desde la parte inferior del cuerpo hasta el corazón. En pacientes con trastornos de la coagulación o la presencia de coágulos en la parte inferior del cuerpo, estos coágulos pueden subir por la vena cava hasta los pulmones y el corazón, lo cual no es deseado. Los medicamentos anticoagulantes se usan a menudo para controlar la coagulación o para disolver los coágulos, pero estos medicamentos no siempre funcionan, y algunos pacientes tienen un alto riesgo de EP debido a la presencia de coágulos existentes, en cuyo caso un médico puede recomendar una vena cava. filtrar.
Este dispositivo médico se parece un poco a un paraguas, con brazos que atrapan los coágulos para que no puedan subir por la vena cava. El filtro generalmente se instala en la vena cava inferior, la parte de la vena que atraviesa el abdomen, y se inserta a través de un vaso sanguíneo en un procedimiento invasivo menor.
Antes de insertar el filtro, un radiólogo inyecta un medio de contraste que se utiliza para determinar la mejor ubicación. Luego, el filtro se coloca con cuidado en su lugar y se deja allí. Se volverá a inyectar un medio de contraste para confirmar que el filtro de la vena cava está colocado correctamente. Por lo general, se usa anestesia local para el procedimiento, y el paciente puede recibir medicamentos contra la ansiedad para relajarse. En algunos casos, se puede utilizar anestesia general para la colocación de un filtro en la vena cava.
Muchos filtros de vena cava están diseñados para dejarse permanentemente en su lugar. El médico controlará el estado del paciente para confirmar que el filtro sigue funcionando y para realizar los ajustes necesarios en el plan de tratamiento del paciente según sea necesario. Otros filtros son extraíbles, con un diseño que se puede plegar para introducir el filtro en un catéter de modo que pueda extraerse del cuerpo de forma segura. Se puede usar un filtro de vena cava removible en circunstancias en las que un médico piensa que el dispositivo será necesario solo de manera temporal, en lugar de a largo plazo.