Las probabilidades de prevenir los piojos, particularmente los piojos de la cabeza, son más altas que las de ganar la lotería. Si tiene hijos y ellos asisten a la escuela oa una guardería, lo más probable es que tarde o temprano uno o más de los niños lleguen a casa con piojos. Contraer estos molestos parásitos no tiene nada que ver con la higiene o la limpieza y, por suerte, los piojos no transmiten enfermedades. Las principales medidas que puede tomar para prevenir los piojos radican en educar a los niños para evitar prácticas que ayuden a la transmisión.
Los piojos no saltan ni vuelan, y solo tienen una vida útil de dos días cuando se retiran de su anfitrión. De hecho, los piojos solo pueden transmitirse por contacto con una persona infestada. El contacto de cabeza a cabeza es la forma más común de nueva infestación, aunque también puede ocurrir al compartir la ropa con una persona infectada con piojos. Los piojos también se pueden transferir a través de cojines de sofá, sábanas, toallas, fundas de almohada e incluso asientos de automóvil. Por lo tanto, para prevenir los piojos, se pueden tomar medidas para disminuir la posibilidad de transmisión.
Primero, enséñeles a sus hijos a no compartir nunca peines, cepillos, toallas, bufandas o sombreros con sus amigos. Los piojos solo pueden trasladarse a un nuevo huésped a través de algún tipo de contacto directo. Este contacto es casi imposible de controlar, y solo en los Estados Unidos hasta 12 millones de personas, principalmente niños, contraen piojos cada año. Los más propensos a contraer piojos son los niños de tres a diez años, y las niñas corren más riesgo que los niños.
Los piojos se pueden matar con una variedad de champús medicinales de venta libre que son perfectamente seguros para los humanos pero mortales para los piojos. Para evitar que los piojos regresen, una ocurrencia demasiado común, debe realizar una serie de procedimientos simples. Debido a la corta vida útil de los piojos cuando se separan de un huésped, no es necesario fumigar toda la casa.
Después de asegurarse de que la cabeza de su hijo esté libre de piojos, debe lavar todos los cepillos y peines con un champú medicinal. Otra técnica para prevenir la reaparición de los piojos es remojar estos artículos personales en agua que exceda los 128 grados Fahrenheit (53 grados Celsius) durante diez minutos. Lave toda la ropa, fundas de almohada, sábanas, sombreros y abrigos en agua caliente y luego séquelos en la temperatura más alta posible. Aspire los asientos del automóvil, el cojín del sofá, las almohadas y las camas para recoger los piojos que aún puedan estar vivos y al acecho. Por último, pero no menos importante, revise la cabeza de su hijo cada pocos días para asegurarse de que el champú medicado haya funcionado y que los piojos no hayan regresado.