Los cálculos renales son un trastorno urológico muy doloroso y muy común, que afecta a 600,000 pacientes por año. Los cálculos son una masa sólida que se desarrolla a partir de cristales que se separan de la orina y se acumulan en las superficies internas del riñón. La orina generalmente contiene sustancias químicas que evitan la formación de cálculos, pero a veces no funcionan. Si las piedras son lo suficientemente pequeñas, viajarán a través del cuerpo con la orina y pasarán desapercibidas. Incluso los más grandes suelen pasar sin asistencia médica, pero existen varias técnicas para tratar aquellos que no se pueden eliminar sin ayuda.
En muchos casos, un cálculo renal, también llamado cálculo renal, contiene sustancias químicas como el calcio, que se combina con otras sustancias químicas como el fosfato o el oxalato. Estos químicos provienen de la ingesta dietética de una persona y son necesarios para mantener músculos y huesos saludables. Una forma más rara se llama estruvita; esto es causado por una infección en el tracto urinario. El término médico utilizado para describir los cálculos que aparecen en el tracto urinario es urolitiasis.
Los expertos médicos no están seguros de exactamente por qué aparecen los cálculos renales. Aunque la ingestión de ciertos alimentos contribuye a su desarrollo, no se cree que ningún alimento específico sea el culpable directo. Las personas que tienen antecedentes familiares de este problema también pueden tener más probabilidades de desarrollarlo. También existe una rara enfermedad hereditaria llamada acidosis tubular renal, y las personas con esta enfermedad tienen muchas más probabilidades de desarrollar cálculos.
La primera señal de que una persona ha desarrollado un cálculo en un riñón será un dolor extremo cuando bloquea el flujo de orina. Sentirá un calambre intenso o un dolor agudo en la zona lumbar, el costado o la ingle. El individuo también puede sufrir vómitos y náuseas. Puede sentir la necesidad de orinar con más frecuencia y puede sentir una sensación de ardor cuando lo hace.
A medida que el cálculo o los cálculos se mueven o crecen, puede aparecer sangre en la orina. Si la persona sufre escalofríos y fiebre junto con los síntomas antes mencionados, esto es un signo de infección y se debe llamar a un profesional médico. Él o ella tomará una radiografía o una ecografía y posiblemente realizará una tomografía computarizada (TC). Estas pruebas ayudarán al profesional de la salud a ver una imagen del sistema urinario para hacer un diagnóstico adecuado.
Beber mucha agua puede ayudar a que los cálculos renales pasen por el cuerpo. Un profesional médico también puede recetar medicamentos para prevenir la formación de cálculos de calcio y ácido úrico. Para los casos más graves, se puede utilizar la litotricia extracorpórea por ondas de choque, en la que las ondas de choque pasarán a través del cuerpo para romper los cálculos en pequeñas partículas que pueden pasar fácilmente al orinar. El proveedor de atención médica puede asesorar al paciente sobre futuros cambios en el estilo de vida que deberían evitar la reaparición de cálculos.