Una orden de No resucitar (DNR) es un tipo de directiva anticipada que indica que no se le debe ofrecer a un paciente RCP u otras medidas para salvar la vida en caso de un paro cardíaco u otras emergencias médicas. Normalmente, un DNR es solicitado por o para un paciente con una enfermedad terminal, para evitar procedimientos potencialmente dolorosos e invasivos. Los pacientes muy ancianos o pacientes en otras circunstancias también pueden solicitar una DNR.
Hay varios tipos de orden DNR, y es útil saber la diferencia entre ellos, especialmente si está considerando una solicitud DNR por sí mismo. Si bien la mayoría de las personas asocia un DNR con la reanimación cardiopulmonar (CPR), otras medidas que salvan vidas, incluida la administración de medicamentos intravenosos, la intubación para asegurar una vía respiratoria y el uso de palas de desfibrilador también pueden usarse en un entorno hospitalario. Algunas de estas medidas son traumáticas e invasivas, y es posible que no siempre sean efectivas si un paciente está gravemente enfermo.
Según una orden DNR básica, ninguna de estas medidas se proporcionará a un paciente que se encuentre en paro respiratorio o cardíaco. Sin embargo, el personal del hospital y las enfermeras seguirán trabajando para que el paciente se sienta cómodo mediante la administración de oxígeno, el movimiento del paciente y la hidratación con líquidos intravenosos. La intención de un DNR no es matar a un paciente, sino mantenerlo cómodo cuando se acerca la muerte.
Idealmente, un paciente debería solicitar un DNR con su médico, estableciendo lo que se conoce como un «DNR específico». Este tipo de DNR es mucho más extenso, indicando deseos específicos para ciertas condiciones. Por ejemplo, un paciente puede solicitar una DNR si termina en coma, pero no si experimenta un ataque cardíaco mientras está despierto. Al ser específico en una directiva avanzada, el paciente puede estar seguro de que se cumplirán sus deseos en caso de una catástrofe médica importante.
En el caso de que un paciente no pueda tomar decisiones médicas y no se haya dictado una directiva anticipada, alguien más debe asumir la responsabilidad, como un pariente cercano o de alguna manera en quien el padre haya investido el poder notarial. Las personas que se encuentran en esta posición deben pensar detenidamente sobre los deseos del paciente, especialmente si está experimentando insuficiencia orgánica múltiple o muerte cerebral. Puede ser útil recordar que los pacientes con muerte cerebral pueden potencialmente donar sus órganos, salvando así vidas incluso si ya no pueden disfrutar de la vida.