¿Qué es la neumonía intersticial habitual?

La neumonía intersticial habitual es un tipo de enfermedad pulmonar en la que parches de tejido pulmonar interno se inflaman y cicatrizan. La afección tiende a progresar rápidamente, causando daño pulmonar irreparable en tan solo un año después de que comienzan los síntomas y, en última instancia, conduce a insuficiencia respiratoria. Los médicos pueden tratar de tratar la neumonía intersticial habitual con corticosteroides para aliviar la inflamación, aunque la enfermedad persistente se propaga tan rápidamente que a menudo es necesario un trasplante de pulmón para prevenir complicaciones potencialmente mortales.

Los pulmones están llenos de pequeños sacos de aire, llamados alvéolos, que se expanden y contraen para oxigenar el torrente sanguíneo. Los alvéolos están revestidos y protegidos con un tejido membranoso llamado intersticio. La neumonía intersticial habitual comienza cuando los alvéolos se inflaman, lo que hace que el intersticio se endurezca. El intersticio se endurece aún más a medida que avanza la enfermedad, lo que eventualmente produce cicatrices y reduce significativamente la capacidad de los pulmones para oxigenar la sangre.

Por lo general, los síntomas no se notan hasta que la enfermedad ya ha pasado sus primeras etapas. A medida que avanza la neumonía intersticial, es probable que una persona experimente dificultad para respirar y tos seca que empeora después de realizar una actividad física. Con el tiempo, la enfermedad puede volverse tan grave que la respiración se vuelve muy difícil incluso cuando la persona está en reposo.

La mayoría de los casos de neumonía intersticial habitual son idiopáticos, lo que significa que los médicos no pueden determinar por qué se producen la inflamación y las cicatrices. Algunos casos pueden estar relacionados con causas subyacentes, como el tabaquismo, los trastornos genéticos del tejido conectivo o la exposición prolongada a sustancias químicas industriales y sílice. La afección es un poco más común en hombres que en mujeres, y la mayoría de los pacientes a los que se les diagnostica esta afección tienen más de 60 años.

Un médico puede diagnosticar la neumonía intersticial habitual tomando radiografías de tórax para buscar signos de cicatrices. Cuando hay signos de enfermedad pulmonar, el médico generalmente recolecta una muestra de sangre para verificar si hay rastros de sustancias químicas tóxicas, bacterias y otras anomalías. Es posible que se necesite una biopsia de tejido pulmonar para confirmar el diagnóstico y descartar otras formas de enfermedad pulmonar, incluido el cáncer.

Una vez que se ha hecho un diagnóstico, un paciente que tiene síntomas leves generalmente recibe una máquina de oxígeno, le recetan corticosteroides y se le indica que limite su actividad física. Un caso grave generalmente requiere hospitalización inmediata y oxigenoterapia para prevenir una insuficiencia respiratoria total. La afección no se puede curar e incluso con un tratamiento médico intensivo, los pacientes tienden a empeorar con el tiempo. El tratamiento más eficaz para la neumonía intersticial habitual es un trasplante de pulmón cuando hay un donante disponible.