¿Qué es la malformación arteriovenosa cerebral?

Una malformación arteriovenosa del cerebro, o MAV, es un término médico que se usa para describir la presencia de una conexión anormal entre las arterias y las venas dentro del cerebro. Esta afección suele ser congénita, lo que significa que está presente desde el nacimiento, aunque en raras ocasiones una MAV puede desarrollarse más adelante en la vida. La causa exacta del desarrollo de una malformación arteriovenosa cerebral no se comprende con claridad. Dolores de cabeza, convulsiones o debilidad progresiva se encuentran entre los posibles síntomas, aunque muchas personas con esta afección no experimentan ningún síntoma negativo. Cualquier pregunta o inquietud sobre una malformación arteriovenosa del cerebro o las opciones de tratamiento más apropiadas para una situación individual debe discutirse con un médico u otro profesional médico.

La principal preocupación cuando existe una malformación arteriovenosa cerebral es el riesgo de hemorragia. Una hemorragia cerebral debido a una MAV puede causar una cantidad significativa de daño si no se diagnostica y trata de inmediato. Esto es particularmente peligroso porque las células del cerebro no pueden regenerarse de la forma en que otras células del cuerpo son capaces de hacerlo. Dependiendo de la ubicación de la MAV, puede ocurrir hemorragia cerebral o parálisis parcial o completa si no se trata la malformación.

Algunos de los síntomas potenciales de una malformación arteriovenosa cerebral pueden incluir dolores de cabeza persistentes o el desarrollo de un trastorno convulsivo. En algunos casos, el paciente puede notar debilidad o entumecimiento en varias partes del cuerpo. La debilidad y el entumecimiento suelen ser progresivos, lo que significa que empeora a medida que pasa el tiempo. Esto puede indicar daño a algunas de las células cerebrales o el desarrollo de una hemorragia cerebral. Estos síntomas deben tomarse en serio y se debe consultar a un médico de inmediato para una evaluación médica adicional.

En muchos casos, una hemorragia cerebral causada por una malformación arteriovenosa del cerebro puede imitar de cerca los síntomas de un accidente cerebrovascular. Como ambas afecciones pueden ser potencialmente devastadoras, la atención médica inmediata es esencial. Es probable que el médico ordene una variedad de pruebas de diagnóstico para confirmar el diagnóstico. El tratamiento varía según la situación individual y puede incluir radioterapia o intervención quirúrgica. Si bien la cirugía es la forma de tratamiento más comúnmente utilizada para una malformación arteriovenosa del cerebro, es posible que una MAV que se encuentre en las áreas más profundas del cerebro no se pueda extirpar de esta manera debido al mayor riesgo de que ocurra daño cerebral como resultado. del procedimiento.