¿Qué es la neumonía fúngica?

La neumonía por hongos es una infección en los pulmones donde los hongos son el organismo causante. Puede ser de naturaleza endémica, lo que indica una infección causada por organismos patógenos que se sabe que causan enfermedades en personas sanas y enfermas por igual, u oportunista, que involucra un hongo que normalmente no enferma a las personas, pero que causará infección en personas con sistemas inmunitarios comprometidos. , como los pacientes con cáncer. El tratamiento de la neumonía por hongos requiere la administración de un medicamento antimicótico apropiado y brindar al paciente cuidados de apoyo para que el medicamento tenga la oportunidad de funcionar.

Una causa común de neumonía fúngica en personas sanas es la exposición ocupacional. Las personas que trabajan alrededor de las heces, en entornos donde hay muchos hongos o en instalaciones donde se utilizan hongos para producir productos pueden estar en riesgo de contraer neumonía por hongos. Por lo general, se recomienda el uso de protección facial cuando las personas estarán expuestas a hongos, como por ejemplo, cuando las personas están limpiando una casa después de un daño por agua. Las personas también pueden desarrollar neumonía por hongos como resultado de algo que hacen de forma recreativa; los espeleólogos, por ejemplo, pueden contraer esta infección pulmonar como resultado de la inhalación de hongos del guano de murciélago.

En las personas que tienen un sistema inmunológico débil, a veces la neumonía fúngica es causada por organismos que normalmente viven en el paciente y no causan problemas. En otros casos, los pacientes se infectan cuando se exponen a personas que portan las esporas. El sistema inmunológico normalmente podría combatir las esporas y evitar que se multipliquen, pero en pacientes con inmunodepresión, el cuerpo está indefenso y no puede detener la infección por hongos.

La neumonía por hongos generalmente causa fiebre, dificultad para respirar y tos. El paciente puede desarrollar un tinte azulado en las extremidades si la respiración se deteriora significativamente, lo que limita el suministro de oxígeno al cuerpo. El tratamiento inmediato implica administrar un antimicótico de amplio espectro y recolectar cultivos de esputo pulmonar para recopilar información más específica sobre el hongo causante. Si el paciente no puede respirar de forma independiente, se puede usar un respirador, mientras que a otros pacientes se les puede administrar oxígeno suplementario para ayudarlos a respirar con mayor comodidad.

Los pacientes con neumonía fúngica pueden desarrollar signos de daño en otros órganos como el corazón, los riñones y el hígado. Si se identifica esta infección, se evalúa cuidadosamente al paciente en busca de complicaciones como estas, de modo que se pueda brindar un tratamiento rápido antes de que se conviertan en un problema médico grave. En pacientes con un sistema inmunológico deficiente, las tasas de mortalidad pueden llegar al 90% con esta infección, mientras que los pacientes relativamente sanos tienen un pronóstico mucho mejor y una buena probabilidad de recuperación si se les proporciona un tratamiento agresivo y oportuno.