El síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo que se considera parte del grupo de trastornos del espectro autista (TEA). Los niños diagnosticados con esta afección a menudo tienen dificultades con las interacciones sociales y la comprensión de las señales sociales tácitas. Como tal, estos niños con frecuencia se meten en más problemas en la escuela, exasperan a los maestros y son objeto de acoso escolar.
Algunas de las personas con síndrome de Asperger son muy inteligentes y muy verbales. Los niños tienen cuatro veces más probabilidades que las niñas de ser diagnosticados con la afección, pero no está claro si esto se debe a que tienen cuatro veces más probabilidades de desarrollarla o si los diferentes procesos de socialización para niñas y niños mejoran las habilidades sociales de las niñas con el desorden para que la mayoría se vuelva indistinguible de aquellos que no lo padecen.
Cuando los bebés normales están aprendiendo a leer el estado de ánimo de los cuidadores a través de expresiones faciales, los niños con síndrome de Asperger no. Cuando se pronuncian amenazas y desafíos en el patio de recreo, los niños normales pueden saber cuándo otro niño está fanfarroneando, cuándo pedirle a un adulto que intervenga y cuándo defenderse. Los niños de Asperger podrían perder todas estas señales, meterse en peleas innecesarias o dejarse intimidar por un niño que solo estaba bromeando, lo que los marca como un blanco fácil para los matones.
Es posible que los adolescentes y adultos con síndrome de Asperger no sepan cuándo están hablando demasiado alto para la situación. También suelen desarrollar intereses monomaníacos en temas esotéricos y no pueden entender que otros estén menos interesados. Las pistas de que están aburriendo a alguien con la profundidad y los detalles de sus intereses pasan de largo, por lo que estas personas a menudo se encuentran socialmente aisladas cuando sus compañeros las evitan.
A las personas con este trastorno se les puede enseñar a decodificar las señales sociales intelectualmente, en lugar de instintivamente. Este es un proceso bastante largo y frustrante, porque la mayoría de las personas no pueden verbalizar lo que entienden instintivamente, pero es útil reclutar amigos y familiares para que ayuden. Un adolescente con Asperger podría decirle a sus amigos de mayor confianza, por ejemplo, que le hagan una señal con la mano en particular cuando esté hablando demasiado alto, o una señal diferente cuando esté hablando demasiado sobre un tema que a nadie más le interese.
Sin embargo, no es un panorama uniformemente sombrío para las personas con síndrome de Asperger. Su capacidad para enfocarse en temas muy intrincados los hace extremadamente adecuados para ciertos campos de actividad; Los campos informáticos a menudo se consideran un refugio natural para quienes padecen esta afección.