¿Qué es un dermatólogo?

Un dermatólogo es un profesional médico cuya formación está relacionada específicamente con la piel, y esta persona pasa la mayor parte de su tiempo estudiando y tratando las dolencias de la piel. Gran parte del trabajo es tópico, trata las erupciones, el acné y cosas por el estilo, pero este tipo de profesional también se ocupa de cosas como lunares cancerosos de la piel y puede participar en cirugías cosméticas y reconstructivas que involucran casi cualquier parte del cuerpo. La investigación y el análisis también pueden ser muy importantes. Hay muchas especialidades diferentes dentro del campo y, en general, este tipo de trabajo requiere tanta formación como cualquier otra disciplina médica.

Responsabilidades primarias

La dermatología como campo se centra casi exclusivamente en la piel humana. La piel es la primera línea de defensa del sistema inmunológico, y los problemas que comienzan aquí a menudo pueden extenderse internamente y poner en peligro la vida. El trabajo principal de un dermatólogo es examinar a los pacientes con miras a mantener esta barrera lo más saludable y fuerte posible.

Las personas generalmente son derivadas a este tipo de especialistas de otros profesionales de la salud más generales. Algunos pacientes presentan problemas inmediatos como erupciones cutáneas o llagas que necesitan atención inmediata. Otros tienen antecedentes familiares de algo como cáncer de piel o daño solar extenso, y en estos casos las citas regulares para chequeos básicos pueden ser de gran ayuda para prevenir problemas en el futuro. Los dermatólogos también tratan los trastornos cosméticos de la piel, como la caída del cabello, las cicatrices y los cambios cutáneos asociados con el proceso de envejecimiento. Algunos realizan trabajos cosméticos, como Botox® e inyecciones de colágeno, y también pueden realizar algunas cirugías básicas como levantamientos de párpados y liposucción. Los profesionales generalmente tienen la capacidad de tratar problemas básicos y hacer diagnósticos en el consultorio, y generalmente también tienen poder de prescripción, lo que significa que pueden solicitar ungüentos y cremas medicinales para los pacientes que los necesitan.

Especialidades

Hay una serie de especialidades dentro del campo. Un dermatopatólogo, por ejemplo, concentra su energía específicamente en las enfermedades de la piel que son infecciosas, degenerativas o relacionadas con el sistema inmunológico. Estos profesionales suelen dedicar mucho tiempo a estudiar secciones de tejido especialmente preparadas, raspados de células y frotis de lesiones cutáneas utilizando una variedad de técnicas microscópicas, que incluyen microscopía óptica, microscopía electrónica y microscopía de fluorescencia. Es posible que en realidad no tenga mucho contacto directo con el paciente en persona, pero mucho de esto depende del entorno.

Otra subespecialidad, la dermatología pediátrica, se centra en las enfermedades de la piel que son más comunes en los niños, incluidas las marcas de nacimiento y los problemas neonatales. Estos médicos a menudo trabajan como miembros de equipos médicos más grandes que tratan a niños con múltiples afecciones. Algunos profesionales optan por trabajar en hospitales, donde normalmente se ocupan de traumas y enfermedades graves. Aquellos que eligen trabajar en la práctica privada pueden limitar su trabajo a áreas matizadas, como problemas de piel en adolescentes, lunares y cáncer de piel, o procedimientos cosméticos y antienvejecimiento.

Importancia de la investigación y el trabajo de laboratorio

No todos los que tienen este trabajo trabajan directamente con los pacientes. Muchos de los avances más importantes en el campo los realizan médicos en laboratorios o centros de investigación que realizan estudios con participantes de ensayos, generalmente para comprender mejor ciertas afecciones o como un medio para formular tratamientos más efectivos. Este tipo de médicos suelen dedicar la mayor parte de su tiempo a pensar, analizar y escribir. Sus logros y descubrimientos a menudo se publican en revistas médicas o se presentan en conferencias de dermatología, y pueden ayudar a quienes trabajan en consultorios y entornos hospitalarios a brindar una mejor atención. Los descubrimientos y las nuevas técnicas también pueden influir en la forma en que los fabricantes farmacéuticos abordan la creación y síntesis de medicamentos, lo que puede conducir a medicamentos más efectivos.
Introducción a la profesión

Convertirse en dermatólogo generalmente sigue el mismo proceso básico al que se sometería cualquier médico, independientemente de la especialidad. Por lo general, los candidatos primero deben terminar una licenciatura universitaria, generalmente en ciencias, luego deben graduarse de una escuela de medicina aprobada. Dependiendo de la ubicación, la escuela de medicina suele durar entre tres y cuatro años. A partir de ahí, los graduados deben completar una pasantía y, a veces, también una residencia en dermatología, que a menudo implica una serie de exámenes especializados. Muchas jurisdicciones requieren que los médicos renueven sus licencias de forma regular, lo que puede implicar la repetición de pruebas y el examen periódico de habilidades.