¿Qué es la Dopamina?

La dopamina es un neurotransmisor producido por el cerebro de muchos organismos, incluidos los humanos. Como muchos neurotransmisores, tiene varias funciones diferentes. Desempeña un papel fundamental en la función del sistema nervioso central y también está vinculado con el complejo sistema de motivación y recompensa del cerebro. Los niveles alterados de este neurotransmisor en el cerebro pueden causar una variedad de síntomas y problemas, que van desde la enfermedad de Parkinson hasta el trastorno por déficit de atención (ADD).

El descubrimiento de la dopamina como un neurotransmisor distinto se realizó en 1952 en Suecia. Es un miembro de la familia de neurotransmisores de las catecolaminas, que incluye la adrenalina y la noradrenalina. Todas estas sustancias se clasifican como monoaminas, lo que significa que su estructura química incluye un grupo amino unido a un anillo aromático. El cerebro biosintetiza la dopamina, aprovechando los precursores producidos o introducidos en el cuerpo.

En el ámbito del sistema nervioso central, la dopamina ayuda al cuerpo a funcionar sin problemas. Una disminución de este neurotransmisor se había relacionado clásicamente con la enfermedad de Parkinson, una enfermedad caracterizada por problemas con el sistema nervioso central. Los niveles bajos hacen que los pacientes se sientan temblorosos, débiles y confundidos, y muchos pacientes de Parkinson tienen un control imperfecto sobre sus cuerpos.

La dopamina también juega un papel en la adicción, porque es parte del sistema de motivación del cerebro. Algunas drogas estimulan su producción, lo que lleva a niveles elevados y un subidón correspondiente. Cuando la droga sale del sistema, deja una sensación de depresión y desaceleración, que solo puede remediarse aumentando nuevamente los niveles del neurotransmisor. El cerebro aprende rápidamente a buscar drogas que estimulen la producción y conduzcan a la adicción.

Este neurotransmisor también está asociado con algunas afecciones psicológicas, como la psicosis y la esquizofrenia. También parece estar involucrado en trastornos de la atención como el TDA, generalmente en situaciones en las que los niveles disminuidos dificultan la concentración de las personas.

Debido a que la dopamina no puede cruzar la barrera hematoencefálica, cuando se requiere en un tratamiento neurológico, los profesionales médicos no pueden simplemente administrar a sus pacientes el neurotransmisor directamente. En cambio, proporcionan precursores que pueden cruzar la barrera, lo que permite que el cerebro lo haga por sí solo. En ocasiones, el neurotransmisor también se introduce en el torrente sanguíneo en el tratamiento de algunas afecciones, ya que actúa como diurético en el cuerpo, aumentando la producción renal. También aumenta la presión arterial.