¿Qué es el trastorno de conversión?

El trastorno de conversión es un trastorno psicológico poco común provocado por un estrés intenso. El paciente manifiesta síntomas físicos sin una causa física subyacente, convirtiendo literalmente un problema psicológico en un problema físico. El verdadero trastorno de conversión es poco común y se trata con asesoramiento y otros cuidados psiquiátricos diseñados para examinar la causa fundamental del trastorno emocional que provocó el brote de síntomas físicos. Alguien diagnosticado con esta condición no está fingiendo y puede haber reprimido el conflicto mental que condujo al trastorno tan a fondo que se necesita algo de tiempo para erradicarlo.

Muchas profesiones de la salud mental utilizan un libro llamado Manual diagnóstico y estadístico (DSM) de los trastornos mentales para diagnosticar una afección. El DSM establece una serie de condiciones que deben cumplirse para un diagnóstico preciso. Según el DSM, un paciente con trastorno de conversión debe cumplir con varios requisitos. La primera es la manifestación de síntomas físicos lo suficientemente graves como para requerir una evaluación que no puede explicarse mediante pruebas y exámenes médicos. Los ejemplos comunes incluyen convulsiones que se asemejan a la epilepsia, dificultad con el control de los músculos, parálisis, problemas de visión, mareos y síntomas gastrointestinales. Los síntomas del trastorno de conversión a menudo sugieren un problema médico o neurológico grave.

Una vez que se ha establecido que el paciente no lo está fingiendo, un profesional psiquiátrico examinará el historial del paciente para ver si ha experimentado un trauma intenso que podría conducir a un trastorno de conversión. El trauma suele preceder a la aparición de este trastorno, aunque los problemas mentales en curso pueden exacerbarlo. Una vez que se ha identificado la fuente del trauma, el paciente se somete a terapia para abordar la situación.

Según la teoría psicodinámica, el trastorno de conversión surge de las interacciones entre varios aspectos de la psique y el cuerpo físico. Esto incluye pensamientos conscientes e inconscientes, ya que ambos pueden influir mucho en la personalidad y el comportamiento humano. Como ocurre con todas las afecciones de salud mental que requieren terapia, es posible que una persona con trastorno de conversión tenga que visitar a varios médicos antes de encontrar uno con quien trabajar. Un terapeuta que ofrezca terapia psicodinámica puede ser una buena opción, ya que la terapia puede integrar diferentes modalidades de tratamiento, dependiendo del paciente individual. La mayor flexibilidad de la terapia psicodinámica puede ayudar a los pacientes a llegar a la raíz del problema que causa el trastorno de conversión de manera más efectiva.