Un ataque isquémico transitorio o AIT es una condición que se manifiesta de una manera similar a experimentar un accidente cerebrovascular. A veces denominado mini accidente cerebrovascular, un AIT no causa ningún tipo de daño permanente en sí mismo. Sin embargo, experimentar un ataque de este tipo podría significar que las posibilidades de sufrir un derrame cerebral en toda regla aumentan significativamente, y se debe consultar a un médico de inmediato.
Si bien el AIT no causa ningún daño permanente, existen varios síntomas asociados con este tipo de ataque cerebral. Uno de los síntomas de AIT más comunes es el mareo repentino que se acompaña de una reducción del sentido del equilibrio. Incluso cuando la persona está sentada, el ataque isquémico puede hacer que la persona sienta que está a punto de caerse de la silla.
Un cambio repentino en la visión también es uno de los síntomas de AIT más frecuentes. En algunas personas, la visión puede volverse borrosa de repente. Otros experimentan un breve período de ceguera en uno o ambos ojos. Otra manifestación de este síntoma es la aparición repentina de visión doble que dura el tiempo que dura el ataque y un tiempo después.
Los cambios en el habla y la cognición también son síntomas de AIT experimentados durante y después de un ataque. De repente, al individuo puede resultarle muy difícil enunciar correctamente. Al mismo tiempo, la capacidad de comprender lo que dicen los demás puede verse seriamente afectada. A medida que termina el ataque, estos síntomas comienzan a remitir y pueden desaparecer por completo en uno o dos días después del episodio.
Incluso con los ataques más leves, es probable que el individuo experimente una pronunciada sensación de debilidad en las extremidades, así como cierto entumecimiento. Con los síntomas de AIT de este tipo, los brazos y las piernas pueden paralizarse momentáneamente, o al menos tener una sensación de pesadez que hace que el movimiento sea extremadamente difícil. Los músculos faciales también pueden sentirse entumecidos o paralizados durante un período de tiempo. Normalmente, estos síntomas ocurren en un lado del cuerpo sin afectar el otro lado.
Cuando se manifiesta algún síntoma de AIT, es importante buscar tratamiento médico lo antes posible. Si bien los ataques tienden a no producir efectos duraderos, un alto porcentaje de personas que experimentan un ataque isquémico transitorio pasará a experimentar un derrame cerebral en un futuro cercano. Para minimizar el posible daño que podría resultar de un derrame cerebral en toda regla, la persona debe consultar a un médico para una evaluación completa. Como mínimo, la fuerza del próximo trazo y los efectos secundarios se pueden minimizar. En algunos casos, la atención médica inmediata después de un ataque isquémico puede incluso prevenir la aparición de un accidente cerebrovascular por completo.