¿Cuáles son los diferentes tipos de parálisis?

La parálisis es un término que se utiliza junto con varias afecciones médicas. Aunque la causa exacta, los síntomas y los tratamientos varían de una afección a otra, todas las formas se caracterizan por una pérdida de la función motora. Tres formas comunes son parálisis cerebral, parálisis de Bell y parálisis braquial.
La parálisis cerebral es un grupo de trastornos caracterizados por una pérdida de función en todo el cuerpo. La gravedad de esta afección varía mucho de un paciente a otro, al igual que los síntomas. Una persona que lo padece puede experimentar dificultades con la cognición, la sensación, la percepción y la comunicación. También puede presentar trastornos del comportamiento o trastornos convulsivos.

Esta forma está presente al nacer en el 75% de los casos y no existe cura para la afección. Otro 5% de los casos se desarrolla al nacer y el 15% ocurre después del nacimiento. En la mayoría de los casos, se desconoce la causa de la parálisis cerebral. Aproximadamente el 20% de los casos, sin embargo, son causados ​​por desnutrición, traumatismo craneoencefálico e infecciones. Independientemente de cómo se desarrolle, el trastorno no es progresivo.

En el caso de la parálisis de Bell, solo se ve afectada la cara. Se caracteriza por la caída, que generalmente ocurre en un solo lado de la cara. La caída es el resultado del mal funcionamiento del nervio craneal, que controla los músculos de la cara. Además de la sensación de caída, una persona con parálisis de Bell también puede perder el sentido del gusto y experimentar dolor alrededor del oído.

La causa de la parálisis de Bell sigue siendo en gran parte un misterio. Sin embargo, ciertas condiciones y enfermedades pueden conducir a su desarrollo. Estos incluyen diabetes mellitus, meningitis, tumor y accidente cerebrovascular.

Las infecciones por herpes y la enfermedad de Lyme también se han relacionado con la parálisis de Bell. Además, un traumatismo en la cabeza puede ser una causa. De hecho, algunos bebés nacen con el trastorno. Esto suele ser el resultado de un trauma al nacer que causó daño permanente a los nervios.

La parálisis braquial, también conocida como parálisis de Erb, parálisis de Klumpke o parálisis de Erb-Duchenne, se caracteriza por una debilidad general o parálisis del brazo. Esto se produce cuando se daña el plexo braquial o los nervios ubicados alrededor del hombro. Esta condición a menudo es provocada por una experiencia de parto traumática, como cuando la cabeza del bebé se tira hacia un lado o cuando los hombros se empujan excesivamente. La presión ejercida sobre un brazo durante el parto de nalgas también puede causar esta forma.

En la mayoría de los casos, la parálisis braquial se corrige sola. Sin embargo, los bebés que todavía tienen dificultad para mover el brazo entre los tres y los seis meses pueden requerir cirugía para corregir el problema. La cirugía puede implicar la transferencia de tendones al área afectada.