Un tumor cerebral del lóbulo frontal es una masa que se desarrolla en la parte frontal del cerebro y puede ser cancerosa o no. Los primeros síntomas de un tumor en el lóbulo frontal pueden ser más obvios para quienes rodean al paciente que para la persona misma, lo que a menudo retrasa un diagnóstico preciso. Estos primeros síntomas a menudo incluyen cambios de humor o arrebatos emocionales, junto con pérdida de memoria, cambios urinarios o parálisis. El tratamiento para este tipo de tumor varía mucho y puede implicar el uso de medicamentos recetados, una intervención quirúrgica o un tratamiento con radiación.
En las primeras etapas, un tumor cerebral del lóbulo frontal puede ser silencioso, lo que significa que no causa ningún síntoma notable y, por lo general, no se detecta. A medida que el tumor comienza a crecer, pueden comenzar a aparecer síntomas. Los tipos de síntomas experimentados varían de una persona a otra y dependen de una variedad de factores, incluido el tamaño del tumor y la ubicación precisa en el lóbulo frontal del cerebro.
Los cambios emocionales o de comportamiento a menudo se encuentran entre los primeros signos de que puede estar presente un tumor del lóbulo frontal. Es posible que el paciente no se dé cuenta de estos cambios, aunque otros pueden comenzar a notar cambios periódicos de humor o arrebatos emocionales. A veces, el olvido o la pérdida de la memoria a corto plazo pueden desarrollarse como resultado del tumor. Los problemas intelectuales pueden volverse notorios y los procesos de pensamiento pueden volverse más lentos de lo normal. El comportamiento errático es bastante común entre quienes tienen un tumor en esta área.
Pueden ocurrir cambios urinarios a medida que la masa crece y algunos pacientes pueden experimentar urgencia urinaria o incontinencia. Pueden desarrollarse problemas de coordinación, lo que dificulta que el paciente camine o realice actividades normales. Puede experimentar dificultades para comunicar sus pensamientos a los demás. En algunos casos, el nervio óptico puede hincharse y provocar una variedad de alteraciones visuales.
El lóbulo frontal del cerebro controla gran parte de los movimientos voluntarios del cuerpo. Un tumor en esta área puede provocar una parálisis parcial o completa de uno o ambos lados del cuerpo. Pueden desarrollarse convulsiones y, en algunos casos, pueden surgir complicaciones médicas potencialmente mortales. Dado que las opciones de tratamiento varían ampliamente, cualquier pregunta o inquietud sobre un tumor cerebral o las mejores opciones de tratamiento para una situación individual debe discutirse con un médico u otro profesional médico.