Eutely, o célula constantemente, se refiere a un número específico de células en la forma adulta de un animal, consistente en todas las especies. Solo los animales muy pequeños, generalmente de menos de 1 mm de tamaño y con menos de 100,000 células totales, son eutélicos. Algunos ejemplos de animales que se exhiben adecuadamente incluyen rotíferos, nematodos, tardígrados, gastrotricos y diciémidos. Aunque todos los organismos eutélicos tienen constancia celular en común, su tamaño celular puede diferir en muchos órdenes de magnitud, y un organismo de 1000 células puede variar en tamaño desde 0.1 mm hasta más de 10 mm.
Eutely ocurre cuando cada una de las células embrionarias iniciales tiene un límite para las divisiones totales. Una vez que se alcanza este límite, el organismo solo puede agrandarse debido al agrandamiento celular en lugar de a la división celular. Eutely puede contrastarse con la mayoría de los otros animales que tienen un número indefinido de células totales. Eutely también puede ocurrir a nivel de órganos, como en el nematodo eutélico Ascaris, que siempre tiene 162 neuronas. Eutely puede ser útil para los científicos que buscan analizar la historia de desarrollo específica de cada célula específica en un organismo completo, o ver cómo el genoma de un organismo (genotipo) se relaciona con su forma biológica (fenotipo). Hace que un organismo determinado sea más fácil de entender; el ejemplo más notable es el nematodo C. elegans, uno de los organismos modelo más utilizados y mejor comprendidos en la ciencia, junto con los ratones y las moscas de la fruta.
Los organismos eutélicos más pequeños son gusanos simples como los diciémidos, parásitos que viven en los apéndices renales de los cefalópodos, con una longitud que varía entre 0.1 y 9.0 mm. Los diciémidos se pueden fijar en tan solo 20-30 células. Algunas colonias de algas como Eudorina, intermediarios evolutivos entre organismos unicelulares y multicelulares, se muestran bien, con tamaños de colonia siempre de 32, 64 o 128 células. Estas células se comunican entre sí químicamente en un proceso llamado detección de quórum para garantizar que la cantidad total de células en la colonia permanezca constante a lo largo del tiempo.