Un estudio de ruta es una operación de recopilación de datos para recopilar información sobre la ruta propuesta de una carretera, tubería de servicio público o ferrocarril. Los topógrafos tienen la tarea de encontrar la ruta más rentable a seguir. Un ingeniero utilizará los datos que recopilen los equipos de inspección para planificar la ruta en detalle y crear especificaciones para que las sigan los equipos de trabajo. Los equipos pueden pasar días o semanas en el campo, según la naturaleza del proyecto. Es necesario tener un título en agrimensura o una calificación similar para participar en una encuesta de ruta y, a veces, hay puestos de pasantía disponibles para los estudiantes de encuestas que desean adquirir habilidades prácticas.
Los gobiernos o las empresas solicitarán una encuesta de ruta mientras se preparan para extender los servicios a una nueva área. Los topógrafos se reunirán con representantes para discutir planes, como el número de carriles en una carretera o el tipo de servicios públicos que se están instalando en una región. Esta información puede ser importante para la planificación, ya que los topógrafos deben pensar en los parámetros del proyecto. Los topógrafos utilizan una variedad de equipos en el levantamiento de la ruta para perfilar el paisaje, tomando nota especial de las formaciones geológicas, las líneas de propiedad y otras características que pueden convertirse en un problema.
Los miembros del equipo de inspección de rutas pueden hacer recomendaciones sobre la ruta y la nivelación para ayudar a los ingenieros a preparar planes. A medida que trabajan, pueden pensar en cuestiones como si sería mejor analizar o rodear varios aspectos del paisaje; un valle profundo puede atravesarse con un puente a bajo costo, mientras que una montaña grande puede ser demasiado grande para hacer un túnel, lo que requiere un desvío de la ruta que lo rodea. La nivelación puede ser un tema importante para los trenes, ya que las pendientes muy empinadas pueden ser extremadamente difíciles para los motores.
Los topógrafos quieren encontrar la ruta más directa y eficiente. Los gastos pueden acumularse muy rápidamente al trazar carreteras, ferrocarriles y líneas de servicios públicos, especialmente frente a obstáculos como colinas, grandes ríos, etc. También deben considerar peligros geológicos como fallas, que podrían representar una amenaza para la integridad del proyecto terminado. Muchos confían en programas de software para ayudarlos a organizar sus datos, ya que grandes volúmenes de material se vierten en el transcurso de un estudio de ruta.
Durante la encuesta, el personal puede dejar marcas en el camino. Los miembros del público deben ser conscientes de que mover o manipular los marcadores de la encuesta puede conllevar sanciones graves, incluidas multas y encarcelamiento. Las comunidades con inquietudes acerca de una ruta propuesta generalmente pueden presentar objeciones en varias etapas del proceso de planificación.