La desescolarización es un método de aprendizaje que a veces utilizan las personas que han optado por educar a sus hijos en el hogar. La desescolarización, también conocida como aprendizaje natural o aprendizaje dirigido por el niño, se centra en los intereses y metas naturales del niño para crear un entorno de aprendizaje en el que los niños se eduquen a sí mismos. La educación en el hogar se diferencia del método de desescolarización en que la educación en el hogar sigue un plan de estudios establecido, y los padres reemplazan a los maestros tradicionales como mentores y consejeros. La desescolarización, por otro lado, ofrece al niño la libertad de aprender lo que considera importante o útil. Los padres, en su mayor parte, se mantienen alejados o dan consejos generales solo cuando se les pide.
En la educación no escolarizada, los niños aprenden a través de la experiencia práctica, que incluye desde visitar bibliotecas y museos hasta leer libros, hacer preguntas e investigar en línea. En la no escolarización, la experiencia del mundo real tiene prioridad sobre el plan de estudios, ya que los defensores del método creen que, dada la libertad, los niños elegirán aprender. Tomemos, por ejemplo, el interés de un niño por las computadoras. Podría investigar cómo funcionan y qué pueden hacer (ciencia), quién las inventó (biografía), cómo fueron las primeras computadoras (historia). O podría llevarlo a estudiar programación de computadoras.
El término desescolarización fue utilizado por primera vez por John Holt, un educador que luchó arduamente por la reforma escolar y, finalmente, se entusiasmó con la idea de la educación en el hogar como la mejor opción educativa. Holt es autor de muchos libros sobre educación, incluidos los bestsellers How Children Fail (1964), How Children Learn (1967) y The Underachieving School (1968). Holt se convirtió en el portavoz del método de desescolarización, llegando incluso a crear la revista Growing Without Schooling.
La desescolarización no es un impedimento para la educación universitaria. De hecho, muchas universidades ven a los educadores en el hogar como motivados y «enamorados del aprendizaje», lo que los convierte en candidatos ideales para la aceptación. En lugar de un diploma de escuela secundaria, los niños no escolarizados pueden presentar un portafolio a la universidad de su elección, incluidos los puntajes de la Prueba de Logros CLEP, muestras de trabajos realizados en el pasado, cartas de recomendación, logros fuera de la escuela, etc.