¿Cuáles son los efectos secundarios del meloxicam?

El meloxicam es un fármaco antiinflamatorio no esteroideo (AINE) destinado a aliviar el dolor. Más específicamente, este medicamento se usa a menudo para aliviar el dolor de la artritis reumatoide, la artritis juvenil y la osteoartritis, pero tiene algunos efectos secundarios. Muchos de los efectos secundarios comunes del meloxicam, como náuseas, acidez y fatiga, son leves. Algunos efectos secundarios implican sangrado anormal, como sangre en la orina, heces o vómitos. Otros efectos secundarios del meloxicam, como dificultad para respirar, dolores en el pecho y debilidad en un lado del cuerpo, son bastante graves y requieren atención médica inmediata.

Este medicamento a menudo se recomienda para aliviar el dolor porque pocos pacientes experimentan problemas con él, aparte de los efectos secundarios leves que no suelen requerir atención médica. Por ejemplo, algunas personas se marean y se fatigan mientras toman meloxicam. También puede causar problemas estomacales leves, como náuseas, pérdida de apetito y acidez estomacal, a menudo seguidos de diarrea o estreñimiento. La depresión y los dolores de cabeza también pueden resultar del uso regular de este medicamento. Si bien rara vez es necesario el tratamiento inmediato para estos efectos secundarios del meloxicam, se recomienda a los pacientes que informen a su médico acerca de estos síntomas en su próxima cita.

Algunos efectos secundarios del meloxicam implican sangrado inesperado, que se debe informar a un médico de inmediato. Por ejemplo, algunos pacientes tienen sangre en la nariz o hematomas que parecen aparecer sin motivo. Otros efectos secundarios que son motivo de preocupación incluyen heces negras o con sangre y sangre en la orina o el vómito. Si bien estos efectos secundarios pueden no parecer graves para muchos pacientes, pueden indicar una hemorragia interna que debe ser evaluada y tratada por un médico lo antes posible.

Si bien muchos efectos secundarios del meloxicam son leves, algunos son lo suficientemente graves como para que la mayoría de los pacientes necesiten buscar tratamiento médico de emergencia de inmediato. Por ejemplo, la dificultad para respirar y una sensación de opresión y dolor en el pecho suelen ser síntomas lo suficientemente graves como para justificar un viaje al hospital. Algunos pacientes también notan dificultad para hablar y debilidad en un lado del cuerpo, lo que puede indicar un accidente cerebrovascular. Aquellos que toman AINE como meloxicam durante años tienen un mayor riesgo de sufrir un derrame cerebral o un ataque cardíaco, por lo que los pacientes deben tomar en serio estos efectos secundarios. Una vez que se tratan estos problemas y el paciente suspende el medicamento, el médico generalmente puede recetar un analgésico diferente.