¿Qué es la cirugía de prolapso de vejiga?

La cirugía de prolapso de vejiga es un procedimiento que se realiza para reparar los músculos del cuerpo que sostienen la vejiga. Una vejiga prolapsada es una condición que sufren muchas mujeres mayores cuando los músculos de la pared frontal de la vagina, los que sostienen la vejiga, se debilitan y aflojan. Este deterioro se atribuye comúnmente a la edad y la tensión ejercida sobre el área durante el parto. Una vejiga prolapsada también se asocia con la menopausia, cuando el cuerpo generalmente deja de producir estrógeno, una hormona importante para ayudar a mantener la fuerza de los músculos alrededor de la vagina. Si estos músculos se debilitan y ya no pueden sostener la vejiga, se prolapsa o desciende hacia la vagina.

Los síntomas de una vejiga prolapsada pueden incluir infecciones de la vejiga más frecuentes, dificultad para orinar, pérdida de la vejiga como resultado de toser o estornudar y relaciones sexuales dolorosas. Una vejiga prolapsada también se asocia comúnmente con prolapsos de otros órganos dentro de la pelvis, incluido el útero. La mayoría de los prolapsos empeoran con el tiempo, por lo que es importante buscar consejo médico tan pronto como aparezcan los síntomas.

Las vejigas prolapsadas se separan en cuatro grados, dependiendo de qué tan lejos descienda la vejiga dentro de la vagina. Un prolapso menor se puede tratar de forma no quirúrgica con la inserción de un pesario vaginal. Este es un dispositivo diseñado para apoyar los músculos vaginales; tiene que ser reemplazado cada tres a seis meses. Una vejiga severamente prolapsada puede requerir cirugía. La cirugía de prolapso de vejiga generalmente se realiza a través de la vagina, y el objetivo del procedimiento es brindar apoyo a la vagina y al útero asegurando la vejiga en su posición correcta y fortaleciendo los músculos del área circundante.

La cirugía de prolapso de vejiga implica hacer una incisión dentro de la pared vaginal y luego usar puntos de sutura para fortalecer los tejidos que sostienen la vagina. Estos puntos pueden colocarse en la pared delantera o trasera, según el tipo de prolapso de vejiga. Luego, se cierra la incisión dentro de la vagina con puntos de sutura que generalmente se disuelven en una o dos semanas. En algunas pacientes, es posible que se requiera un punto adicional en la parte superior de la vagina o en el cuello uterino para sostener la vagina. También se puede usar una malla especial para reforzar la reparación del prolapso.

La cirugía de prolapso de vejiga se puede realizar con el paciente bajo anestesia general, regional o local. La mayoría de los pacientes reciben el alta el mismo día. El período de recuperación es normalmente de alrededor de seis semanas y la cirugía tiene una tasa de éxito aproximada del 70 por ciento.