Una mano magullada generalmente se trata con medicamentos antiinflamatorios y reposo. Tan pronto como ocurra la lesión, se debe aplicar hielo en el área afectada, aunque no se debe aplicar directamente sobre la piel porque pueden producirse lesiones en los tejidos o quemaduras por hielo. En cambio, el hielo debe colocarse en un paño suave o insertarse en una bolsa de hielo. Una alternativa eficaz a una bolsa de hielo es un paquete de verduras congeladas. Los pacientes deben aplicar hielo durante unos 15 minutos, cuatro veces al día.
También conocida como contusión en la mano, una mano magullada puede producir dolor, hinchazón y disminución de la movilidad. Para descartar huesos rotos u otros daños graves, el médico puede recomendar una radiografía, una resonancia magnética o una ecografía de la mano. Si se detecta un hueso roto, la mano puede colocarse en un yeso o simplemente entablillarse. Aunque una mano magullada no se considera una afección grave, puede provocar un dolor persistente, especialmente si los nervios de la mano están lesionados.
Junto con los medicamentos antiinflamatorios y la aplicación de hielo, el proveedor de atención médica puede recomendar servicios de terapia ocupacional en los casos en que la mano magullada cause dolor extremo, inmovilidad y pérdida de fuerza. La terapia ocupacional ayudará a restaurar la movilidad y ayudará a promover la circulación y el flujo sanguíneo, acelerando así el proceso de curación. A veces, el terapeuta ocupacional sugerirá un baño de manos con cera de parafina. La cera de parafina tibia ayuda a disminuir el dolor y la rigidez, al tiempo que ayuda a reducir los espasmos musculares y la inflamación.
Mantener la mano magullada elevada por encima del nivel del corazón también puede ayudar a reducir la hinchazón y el dolor. Al acostarse, la mano debe apoyarse sobre almohadas, lo que elevará la extremidad y aumentará el flujo de sangre a la lesión. Ocasionalmente, dependiendo de la naturaleza de la lesión, una mano magullada puede ir acompañada de una rotura en la piel. Cuando esto ocurre, la herida debe limpiarse con un jabón suave y agua tibia, y debe controlarse para detectar signos de infecciones. Si la persona nota enrojecimiento, inflamación, secreción de pus o sangrado excesivo, debe comunicarse con su proveedor de atención médica.
Hasta que la mano magullada esté completamente curada, el médico podría recomendar que se evite conducir. La conducción adecuada requiere el uso de ambas manos en el volante, y no conducir de esta manera puede resultar en la pérdida de control, lo que contribuye a un accidente. Además, si la persona está tomando analgésicos recetados para su lesión, también se podría recomendar que evite conducir un vehículo motorizado.