Encontrar una dosis adecuada de Coumadin® puede resultar muy difícil. El nivel del fármaco en el organismo y el efecto terapéutico que tiene se ven afectados por varios factores diferentes. Los pacientes que toman Coumadin® generalmente requieren un control regular para asegurarse de que estén recibiendo la dosis correcta, ya que los niveles altos del fármaco en la sangre pueden provocar resultados peligrosos, como hemorragias cerebrales. Factores como la composición genética del paciente, la ingesta dietética, otros medicamentos que se toman y las condiciones médicas subyacentes pueden afectar la dosis de este medicamento.
Uno de los factores más importantes que afectan la dosis de Coumadin® es la composición genética de una persona. Algunas personas pueden tener variaciones anormales de proteínas que dan como resultado una capacidad innata más baja para descomponer este medicamento. Requieren dosis más bajas de Coumadin® porque el fármaco tiende a permanecer en sus sistemas durante más tiempo en comparación con las personas que tienen proteínas normales. Aunque los médicos pueden verificar estas variaciones genéticas enviando la sangre del paciente a laboratorios especializados, en la práctica simplemente controlan la respuesta del paciente y disminuyen la dosis si está indicado.
Otro aspecto crítico que afecta la dosis de Coumadin® es la dieta del paciente. Este medicamento actúa inhibiendo la vitamina K y, como resultado, los alimentos con alto contenido de vitamina K pueden anular el efecto del medicamento y alterar su eficacia. Los alimentos ricos en esta vitamina incluyen la espinaca, la col, el brócoli, las uvas, el perejil y el aguacate. Se aconseja a los pacientes que eviten estos alimentos o que consuman una cantidad constante de estos alimentos semanalmente.
Tomar otros medicamentos también puede afectar la dosis requerida de Coumadin®. Algunos medicamentos provocan un aumento en la degradación de Coumadin®, disminuyendo así su eficacia. Estos medicamentos pueden incluir rifampicina, carbamazepina o barbitúricos. Otros medicamentos pueden aumentar el efecto terapéutico de Coumadin®, que puede ser peligroso porque podría provocar hemorragias. Los ejemplos de estos medicamentos incluyen cimetidina, fluoxetina, metronidazol y amiodarona.
Los pacientes con ciertas afecciones médicas subyacentes también pueden requerir una dosis ajustada de Coumadin®. Por ejemplo, los pacientes con función hepática deficiente pueden requerir una dosis más baja para obtener un efecto terapéutico. Los pacientes que tienen problemas gastrointestinales y no pueden absorber adecuadamente el material en el tracto digestivo pueden requerir dosis más altas. La presencia de insuficiencia cardíaca congestiva a menudo significa que los pacientes requerirán cantidades menores de medicamento.