El óxido de magnesio es un tipo de suplemento dietético más comúnmente recetado por los médicos para los niveles bajos de magnesio en el cuerpo. El óxido de magnesio también se puede usar como antiácido o como un laxante fuerte justo antes de la cirugía. Aunque está disponible sin receta médica, se debe consultar a un médico antes de tomar este suplemento.
El magnesio es importante para el cuerpo, ya que ayuda a mantener la salud de los músculos y los nervios. Los niveles bajos de magnesio pueden deberse simplemente a una mala alimentación, pero el alcoholismo y muchos diuréticos también privarán al cuerpo de magnesio. Comer alimentos con alto contenido de magnesio, como vegetales verdes, aguacates, plátanos y nueces, es una buena manera de aumentar los niveles de magnesio en el cuerpo sin tomar suplementos.
El óxido de magnesio se presenta con mayor frecuencia en forma de tabletas o cápsulas, pero ocasionalmente también se puede encontrar en forma líquida. Debe tomarse con un vaso de agua y nunca con el estómago vacío. Las cápsulas no deben romperse, masticarse ni triturarse, sino que deben tragarse enteras. Si se olvida una dosis, nunca se debe tomar una dosis doble. Este suplemento debe almacenarse a temperatura ambiente y fuera de la humedad.
Una persona que tiene una enfermedad renal, ciertas alergias o está embarazada generalmente no debe tomar este suplemento. Cuando se usa como laxante, el óxido de magnesio generalmente no debe tomarse por más de una semana. Cuando se usa como antiácido, no debe tomarse más de dos semanas.
El óxido de magnesio puede inhibir el efecto completo de ciertos medicamentos, como la tetraciclina, cuando se toman juntos. Para prevenir esto, el óxido de magnesio debe tomarse dos o tres horas antes o después de tomar otros medicamentos. Este suplemento tampoco debe tomarse con ciertos antiácidos porque la interacción entre los medicamentos puede causar efectos secundarios graves.
Los efectos secundarios del óxido de magnesio incluyen picazón, posiblemente con sarpullido o urticaria, fatiga, tanto física como mental, mareos y náuseas y cambios de humor. Los efectos secundarios varían de leves a graves, aunque la mayoría de las personas que toman el suplemento no desarrollan o no les molestan los efectos secundarios. Si una persona desarrolla efectos secundarios, debe consultar a un profesional médico.
Es posible una sobredosis de óxido de magnesio. La sobredosis hace que el corazón se desacelere y la presión arterial baje. La persona puede sentirse somnolienta o con náuseas hasta el punto de vomitar. Se debe buscar atención médica de inmediato si se sospecha una sobredosis.