¿Cómo trato una fractura de codo?

El codo es el punto donde se unen tres huesos: el húmero, el cúbito y el radio. Su codo tiene que permitir el movimiento hacia arriba y hacia abajo de su brazo, así como también darle la vuelta. Cualquier rotura de uno o más de estos huesos del codo comprende una fractura de codo. Para tratar una fractura de codo, primero debe acudir a un médico. Si es necesario restablecer, mover o ajustar el hueso, él o ella lo hará por usted.

Cuando vaya al consultorio de un médico después de sufrir una fractura de codo, este lo examinará. Durante el examen, es posible que deba tomar radiografías, responder preguntas sobre su lesión y cómo se produjo, y permitir que el médico evalúe qué tan lejos puede mover su brazo. Una fractura limpia del hueso puede necesitar solo una férula y reposo. En caso de que los huesos se dañen gravemente o se salgan de su posición adecuada, o si es necesario extraer partes del hueso, la cirugía puede ser la opción de tratamiento adecuada. El tratamiento exacto que le recetará su médico dependerá de su edad, el tipo de daño que haya obtenido y la posición de los huesos después de la fractura.

Excepto con los niños, generalmente no se usa un yeso para tratar una fractura de codo. Incluso en el caso de los niños, la fractura suele tratarse con una férula durante los primeros días. Una férula es como un yeso, excepto que no envuelve completamente el brazo. Por lo general, está hecho de yeso y permite que el brazo permanezca quieto para que los huesos puedan curarse por sí mismos. Una vez que el brazo ha sanado, es posible que el paciente deba someterse a rehabilitación para recuperar la fuerza en el brazo.

Si la fractura del codo incluye una fractura abierta o si los nervios o vasos sanguíneos necesitan reparación, la cirugía puede ser el tratamiento que elija su médico. Algunas veces, el tipo de rotura requiere el uso de alfileres, tornillos o placas para que el brazo sane correctamente. Los alfileres se usan comúnmente en niños y se pueden quitar después de que el hueso haya sanado. Los tornillos y las placas se usan típicamente en niños mayores y adultos y luego se pueden quitar mediante cirugía si hay alguna molestia.

Durante la curación, es importante que los huesos permanezcan quietos. El resultado es un brazo que no se mueve durante varias semanas o meses. En tales casos, se puede utilizar fisioterapia o rehabilitación para ayudar al paciente a recuperar el movimiento del brazo. La rehabilitación implica el uso de diferentes ejercicios para ayudar al paciente a recuperar la mayor cantidad posible de su movimiento anterior. Su médico debe decirle qué tipo de ejercicios debe hacer y cuándo es posible que los haga.