Cactus grandiflorus es un remedio a base de hierbas y medicina homeopática que se obtiene de una especie de cactus conocida como Cereus de floración nocturna, o Reina de la noche. Esta planta del desierto, que se extiende naturalmente desde el suroeste de los Estados Unidos hasta el norte de México, se pasa por alto fácilmente en su hábitat natural porque se parece en gran medida a un arbusto muerto la mayor parte del tiempo. Los entusiastas de la jardinería, sin embargo, aprecian las raras cualidades que ofrece la planta. En las horas de oscuridad de una noche de verano, una sola flor parecida a una trompeta se abre para liberar su delicada fragancia, y luego sucumbe tan repentinamente con la luz de la mañana.
Medicinalmente, Cactus grandiflorus tiene fama de tener varios efectos farmacológicos. Se cree que aumenta la circulación sanguínea en el cerebro, contribuyendo así a mejorar la neurotransmisión. También posee una acción sedante leve y con frecuencia se administra para aliviar el nerviosismo, el dolor de cabeza tensional y los síntomas asociados con la menopausia en las mujeres. En los hombres, se cree que el Cactus grandiflorus contrarresta los efectos adversos del agotamiento de las hormonas masculinas, como la impotencia y los trastornos de la próstata. A veces, el remedio de cactus se combina con otras hierbas o medicamentos homeopáticos, como Serenoa repens y Avena sativa, o saw palmetto y avena común, respectivamente.
Una de las principales aplicaciones medicinales de Cactus grandiflorus es el tratamiento de afecciones cardíacas. Según The American Materia Medica escrito por Finley Ellingwood, MD en 1919, el cactus es útil en los casos en que el «músculo cardíaco está debilitado». Los herbolarios modernos y los médicos homeopáticos sostienen que las preparaciones hechas con esta especie de cactus estimulan las contracciones cardíacas de manera similar a la digital, pero sin producir malestar estomacal ni acumularse en los tejidos. Específicamente, se dice que este remedio estabiliza las palpitaciones cardíacas y la ineficiencia de las válvulas asociadas con las arritmias, así como la disnea (falta de aire) después de un ataque de neumonía u otra infección viral. Otros usos de Cactus grandiflorus incluyen el tratamiento de trastornos nerviosos de todo tipo, movimiento y mareos, baja temperatura corporal, sudores fríos y edema.
La dosis terapéutica de este remedio se expresa tradicionalmente en mínimos, una unidad de volumen reconocida tanto por los sistemas de medición estadounidenses como por los imperiales. La dosis estándar utilizada para contrarrestar las condiciones descritas anteriormente varía entre 2 y 5 mínimos. Cada mínimo representa el líquido equivalente a 1⁄60 de dram o 1⁄480 de onza.
Si bien las preparaciones medicinales se derivan en gran medida del tallo de este cactus, algunos practicantes del pasado también se han esforzado por hacer remedios a partir de la flor. Por supuesto, dada la elusividad de la flor, no es difícil imaginar que se trataba de una tarea difícil y que requería mucho tiempo y que a menudo se cumplía sin éxito. Otros han intentado sustituir a otra especie conocida como Cereus bonplandi, que se cree que posee propiedades similares. Esta práctica, sin embargo, fue abandonada a principios del siglo XX.