La azitromicina es un fármaco antibiótico que se utiliza como antibacteriano para las infecciones. Es un tratamiento común y eficaz para el acné vulgar, un trastorno cutáneo muy común entre adolescentes y mujeres adultas. En varios estudios científicos, se demostró que la azitromicina para el acné reduce la inflamación severa en un 20 por ciento en cuatro semanas y cura completamente el acné para la mayoría de las personas en ocho semanas. Los efectos secundarios de la azitromicina fueron leves, y algunos pacientes informaron malestar estomacal, ardor de estómago y náuseas.
El acné es una inflamación cutánea común entre los adolescentes, que afecta del 70 al 87 por ciento de los adolescentes en Europa y Estados Unidos. El aumento de la producción de hormonas, que prevalece durante la adolescencia a medida que el niño madura hasta la edad adulta, estimula la secreción de las glándulas grasas debajo de los folículos pilosos. Las bacterias se albergan dentro de estos pequeños folículos, lo que causa inflamación y pústulas antiestéticas en la capa dérmica de la piel. Como fármaco antibacteriano, la azitromicina para el acné reduce el crecimiento bacteriano, reduce la inflamación y permite que la piel sane. Dado que las interacciones y los efectos secundarios de la azitromicina son leves, la droga se ha convertido en un tratamiento suave pero adecuado para el acné adolescente.
Otros medicamentos comúnmente recetados para el tratamiento del acné son la eritromicina, la doxiciclina y la tetraciclina. Sin embargo, estos medicamentos más potentes pueden causar más efectos secundarios molestos y cambios en el estilo de vida. Por ejemplo, una persona que toma tetraciclina puede experimentar diarrea acuosa, visión borrosa y erupciones cutáneas cuando se expone a la luz solar. Los estudios actuales muestran que los pacientes que tomaron dosis bajas de azitromicina para el acné experimentaron los mismos resultados que los pacientes que tomaron dosis más altas. Las dosis más bajas disminuyen las posibilidades de efectos secundarios graves, lo que convierte a la azitromicina en uno de los antibióticos más comúnmente recetados para el acné debido a su relativa seguridad.
Generalmente, la dosis de azitromicina se administra en tabletas orales, aunque se encuentra disponible una suspensión líquida. Las dosis tan bajas como 1500 mg de azitromicina han sido efectivas para reducir o eliminar por completo el acné. La azitromicina para el acné no requiere cambios ni restricciones dietéticas especiales, y la mayoría de los pacientes no experimentan efectos secundarios. Algunos pacientes sensibles pueden experimentar dolor o calambres en el estómago, diarrea o una erupción cutánea leve. Los efectos secundarios graves incluyen urticaria, sibilancias, disnea o dificultad para respirar y taquicardia.