El pavimento permeable incluye cualquier superficie pavimentada con pequeñas aberturas que permiten el paso del agua o el aire. Con el pavimento permeable tradicional, la escorrentía de aguas pluviales contribuye a la erosión y la contaminación del agua. El pavimento permeable ayuda a reducir estos problemas y protege el medio ambiente al disminuir el flujo de agua de lluvia. En lugar de correr por la superficie, el agua de lluvia pasa a través de las aberturas en las áreas pavimentadas. El suelo subterráneo filtra naturalmente los contaminantes, dejando el agua filtrada libre para seguir los canales subterráneos en su camino para reponer los cuerpos de agua locales.
El hormigón poroso representa uno de los tipos más versátiles de pavimento permeable. En comparación con el hormigón tradicional, el hormigón poroso contiene más agua y trozos de grava más grandes. Esto crea una superficie porosa y abierta para que pase el agua. Cuando lo prepara un instalador calificado, el concreto permeable suele ser lo suficientemente fuerte como para servir como material de pavimentación de carreteras. Su superficie liviana también ayuda a reflejar, en lugar de absorber, los rayos del sol, lo que genera temperaturas más frías en las áreas pavimentadas.
El asfalto poroso sirve como otra forma de pavimento permeable, aunque normalmente no es apropiado para carreteras. Los instaladores eliminan la arena de la mezcla de asfalto y usan un tipo de grava grande y uniforme para crear una superficie porosa. Esta forma de pavimentación es la más adecuada para situaciones de tráfico ligero, como estacionamientos o pasillos.
Los adoquines de bloques son otra forma de pavimento permeable y sirven como una de las opciones más versátiles para el control de aguas pluviales en áreas pavimentadas. Los adoquines entrelazados brindan un alto nivel de soporte estructural y se pueden usar en entradas de vehículos, patios o pasillos. El espacio entre estos adoquines permite que el agua de lluvia llegue al suelo con facilidad, lo que permite un filtrado rápido.
Los sistemas de pavimentación de rejilla o celosía ofrecen un método innovador y ecológico para crear entradas y estacionamientos. Los instaladores comienzan colocando rejillas de piedra sobre una base de grava o arena. En algunos casos, las rejillas de plástico de alta resistencia han reemplazado a estas piedras. Con el tiempo, la hierba crece a través de los agujeros en estas piedras o plástico, creando un área similar a césped. Este tipo de pavimento crea suficiente resistencia para el tráfico de vehículos mientras mantiene una apariencia verde.
Para una de las opciones de pavimentación permeable más fáciles y asequibles, los instaladores a menudo recurren a la grava suelta sin agentes aglutinantes. Este tipo de pavimento permite el paso de grandes volúmenes de agua de lluvia con facilidad y es muy fácil de instalar y mantener. El pavimento de grava es más adecuado para áreas de baja velocidad como estacionamientos o pasillos.