Las etiquetas de desechos peligrosos se utilizan para advertir a las personas que un artículo contiene una sustancia peligrosa. Existen muchas políticas diferentes para el etiquetado de sustancias peligrosas, principalmente según el país de venta, fabricación o transporte del contenedor en cuestión. Generalmente, las etiquetas de desechos peligrosos tienen una imagen que indica su naturaleza peligrosa, una palabra prominente que indica peligro y descomposición de la sustancia contenida. Dado que los desechos peligrosos son principalmente un subproducto de procesos humanos, ciertos tipos tienen un etiquetado especial que indica su naturaleza artificial.
En 1992, el Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (GHS) intentó combinar el sistema de etiquetado para todos los países participantes en un solo sistema. La idea básica era que todo etiquetado sería coherente en todo el mundo. Incluso si una persona no pudiera leer las palabras, el diseño y la imagen serían lo suficientemente familiares para que la gente entendiera el peligro.
Las Naciones Unidas aprobaron este programa, pero ha tenido distintos éxitos en los países participantes. GHS ha funcionado bien en la Unión Europea y es muy común en sus países miembros. Estados Unidos ha adoptado la mayoría de sus políticas, pero algunos fabricantes aún utilizan etiquetas de residuos peligrosos patentadas. Aunque no se adhieren a las pautas de GHS, generalmente son muy explícitos en sus imágenes y advertencias, lo suficiente como para captar la atención de la gente.
Los residuos peligrosos cubren una amplia gama de posibles peligros, por lo que las etiquetas de residuos peligrosos también lo hacen. Bajo el sistema GHS, la etiqueta y la imagen asociada a ella designan qué tipo de peligro representa el artículo. Los diferentes tipos de desechos peligrosos pueden hacer cualquier cosa, desde provocar explosiones hasta aumentar el riesgo de cáncer o incluso atravesar el metal. Dado que la categoría es tan amplia, no hay simplemente una etiqueta de residuo peligroso; su etiquetado se mezcla generalmente con sustancias de origen natural.
Una de las pocas excepciones a esta política son los desechos médicos. Si bien ciertos tipos de desechos médicos caen dentro de las categorías descritas por el GHS, muchos países prefieren etiquetarlos con un sistema especializado. Estas etiquetas de desechos peligrosos también pueden tener la información estándar del GHS, pero generalmente hay imágenes asociadas con el sistema médico del país local.
Son comunes otros cambios leves basados en la ubicación. Por ejemplo, en los países europeos, el saltire, un antiguo símbolo heráldico de dos palos o armas cruzadas, se usa comúnmente para llamar la atención de la gente. En los EE. UU., Ese símbolo es menos reconocible, por lo que usan un solo signo de exclamación en su lugar. Otros cambios comunes ocurren en los colores utilizados, generalmente en áreas donde el rojo está menos asociado con el peligro.