Una caja Skinner es un dispositivo inventado alrededor de 1930 por el científico del comportamiento BF Skinner de la Universidad de Harvard. La caja Skinner se utiliza en un entorno de laboratorio para estudiar el condicionamiento clásico y el condicionamiento operante en animales. Skinner y otros conductistas se oponen al término “caja de Skinner” y más a menudo llaman al dispositivo una cámara de acondicionamiento operante.
El conductismo es una rama de la psicología que tiene que ver con los comportamientos aprendidos. En el condicionamiento clásico, un estímulo condicionado se une a un estímulo incondicionado, con el resultado de que una respuesta natural incondicionada se asocia con el estímulo condicionado, convirtiéndose así en una respuesta condicionada. En el famoso ejemplo del perro de Pavlov, el perro escuchó una campana sonar justo antes de cada comida y finalmente llegó a salivar con el sonido de una campana en lugar de la aparición de la comida.
En el condicionamiento operante, los comportamientos del sujeto se refuerzan con resultados deseables, se castigan con resultados indeseables o se extinguen al no tener ningún resultado. Los comportamientos reforzados ocurrirán con más frecuencia, mientras que los comportamientos castigados y extinguidos se realizarán con menos frecuencia. Un ejemplo de condicionamiento operante es una rata que aprende a navegar por un laberinto de manera más rápida y eficiente después de varios intentos.
Una caja de Skinner, utilizada para estudiar estos conceptos, es una caja que alberga un animal y ofrece estímulos tanto condicionados como incondicionados, como luces de colores y comida, respectivamente, y palancas o teclas de respuesta que sirven para monitorear el comportamiento del animal. Por ejemplo, se puede usar una caja Skinner para probar el acondicionamiento clásico en un ave asociando una luz roja con cada alimentación, lo que eventualmente hace que el ave picotee no solo la comida, sino al ver la luz roja. Las cajas de Skinner pueden ser bastante simples, con una sola palanca o tecla, o pueden ser bastante complejas, con una variedad de estímulos y formas de monitorear las respuestas. La caja de Skinner ha recibido críticas porque no capta todos los matices del comportamiento del animal; empujar la palanca con una nariz o una pata registra la misma respuesta, por ejemplo, y es posible que no se registren toques ligeros de la palanca.
BF Skinner ha sido acusado de criar a su hija en una caja de Skinner, lo que la llevó a una enfermedad mental y al suicidio, pero esto no es cierto. Skinner diseñó una cuna de aire especial destinada a facilitar el cuidado de los niños, pero no realizó experimentos psicológicos con su hija ni abusó de ella. Deborah Skinner Buzan, la hija de Skinner, todavía está viva y ha refutado todos los puntos de estos rumores.