Un círculo de literatura es una estrategia de lectura que se utiliza con mayor frecuencia en el aula. Este tipo de actividad de lectura se puede utilizar en las aulas de la escuela primaria, intermedia o secundaria. Esta actividad es guiada por los alumnos del grupo, y la colaboración es uno de los aspectos clave.
En general, los círculos de literatura son formados en las aulas por los estudiantes en lugar del profesor. A menudo, los maestros proporcionarán una lista de opciones de libros para que los estudiantes elijan. Los círculos de literatura se forman luego mediante la elección de libros; en otras palabras, los estudiantes que elijan el mismo libro para leer estarán en el mismo círculo, independientemente de su nivel de habilidad. El número más efectivo de miembros del grupo para un círculo de literatura varía de cuatro a ocho, pero el tamaño de cada círculo puede depender del tamaño de la clase.
La diferencia entre un círculo de literatura y un grupo de discusión es que los círculos de literatura son generalmente más estructurados, pero al mismo tiempo, permiten cierto grado de flexibilidad. Por ejemplo, a los miembros del grupo se les pueden asignar roles específicos. Uno de los roles puede ser el de líder de discusión. Esta persona sería responsable de crear preguntas para que los miembros del grupo las discutieran durante la clase. Otro rol puede ser un resumidor, y esta persona sería responsable de seleccionar los puntos más importantes de la lectura asignada y explicarlos al resto del círculo.
Otro papel en un círculo de literatura es un conector. La persona en este rol usaría experiencias o conocimientos de la vida real y los conectaría con pasajes del texto, lo que puede hacer que el texto sea más significativo para los miembros del grupo, mejorando así la comprensión. El ilustrador puede dibujar o esbozar escenas o eventos en la lectura, lo que proporciona otra forma para que los estudiantes vean y comprendan el texto.
Además de las asignaciones de funciones específicas, los maestros también pueden asignar trabajo a todos los miembros del grupo. Un ejemplo de esto puede ser el diario, en el que cada estudiante reflexiona individualmente escribiendo sobre la lectura asignada. Llevar la revista al círculo de literatura y compartir algunas de las entradas puede proporcionar otros temas de discusión. Tomar nota de las palabras de vocabulario desconocidas y encontrar el significado de las palabras también pueden ser tareas asignadas a todos los miembros del grupo, y las palabras podrían luego discutirse en clase.
Si bien la ficción es el tipo de material de lectura más común que se utiliza en los círculos de la literatura, también se puede introducir la no ficción. El propósito principal de un círculo de literatura es hacer que los estudiantes piensen sobre el texto que están leyendo y emitan juicios críticos. Los profesores tienen muchas opciones sobre cómo estructurar los círculos, lo que permite flexibilidad.